Primera entrega de un breve recuento histórico sobre la Universidad Central en la celebración de sus 50 años.
El 30 de junio de 1966, ocho personajes vinculados a la actividad cultural, política y educativa del país, con el liderazgo de Alberto Gómez Moreno, decidieron transformar una institución. Su propósito: brindar educación superior en algunas áreas del conocimiento que por entonces comenzaban a estudiarse en las aulas universitarias.
Aquel día, en la ciudad de Bogotá, nació la Fundación Universidad Central, institución que habría de darle continuidad a los intentos que desde finales de la década de 1950 había hecho Alberto Gómez Moreno: Organización Universitaria Grancolombiano, Universidad Grancolombiano y Universidad Central Grancolombiano.
Esa continuidad fue ratificada de manera oficial gracias a la expedición del Decreto 1772, firmado por el entonces presidente de la República, Guillermo León Valencia, el 11 de julio; es decir, once días después de haber sido constituida la nueva universidad. En este documento se le aprobaba a la Institución el programa de Contaduría Pública y le daba la facultad para otorgar el título de contador público.
Es así como, el 9 de septiembre siguiente, se graduó el primer contador unicentralista. Efraín Mastrodoménico Galvis quedó inscrito en la historia de la educación nacional por ser el primer egresado de la Universidad Central y el primer contador público que fue titulado por una universidad privada en el país.
Comenzadas las clases el 8 de agosto de 1966, los primeros pasos de la Fundación Universidad Central no habrían de ser fáciles. A la par que graduaba a sus primeros egresados, obtenía la personería jurídica (Resolución 1876, expedida el 5 de junio de 1967 por el Ministerio de Justicia) y le era aprobado el programa técnico de Publicidad y Ventas, llegaron también las dificultades. Las menguadas finanzas y los compromisos económicos heredados de la institución que le antecedió comenzaron a hacer mella en las arcas de la Institución a la vez que provocaron inconvenientes de tipo laboral. Esta situación, prácticamente, ocasionó el retiro de su primer rector: Carlos Medellín Forero, quien fue reemplazado por Rubén Amaya Reyes (2 de febrero de 1968). A esto se le suman las protestas estudiantiles en los primeros años de la década de 1970.
No obstante, la Fundación Universidad Central salió a flote. La década de 1970 marcó el periodo del comienzo de su consolidación. En 1971, el Consejo Superior creó dos nuevos programas profesionales: Economía y Administración de Empresas, cuya aprobación oficial tuvo lugar, el 8 de abril de 1976. Igualmente, durante este decenio, se crearon Bienestar Universitario, el Departamento de Humanidades y Letras y el Cineclub, hoy el más antiguo de carácter universitario que existe en el país.
También en aquel periodo, salió de la imprenta el primer número de Hojas Universitarias, órgano de divulgación literaria que ya cumplió los cuarenta años de existencia. En este sentido, la Central comenzó a descollar como un centro de divulgación del pensamiento, mediante la publicación editorial. Universidad y sociedad, escrito por Gabriel Anzola Gómez, entonces consejero superior, fue el primer libro editado por esta casa de estudios.
Además, la Universidad cambió de sede, al trasladarse a un edificio más amplio para el ejercicio académico, y adquirió sus primeras propiedades en el centro de la ciudad. Así se inició la estructuración, en el tradicional barrio de Las Nieves, de ese proyecto forjado por sus fundadores: erigir un centro académico y cultural que contribuyera, desde las aulas, al desarrollo de la comunidad bogotana y del país entero.
Otro de los hitos para la Fundación Universidad Central, durante la década de 1970, tuvo lugar el 31 de octubre de 1978. Este día, el Ministerio de Educación Nacional expidió la Resolución 15818. Por medio de este documento, la Institución fue reconocida oficialmente como universidad.
En ese despegue institucional, la Universidad Central también dio sus primeros pasos en cuanto a proyección internacional. Como entidad educativa que rendía homenaje a los fundadores de la primera Universidad Central colombiana (Bolívar y Santander), en 1826, en sus fundamentos y en sus ideas, también promovió el ideal bolivariano de integración de las naciones que antes pertenecieron a la América española, en esta oportunidad mediante la educación y la cultura. Con el ánimo de cumplir con este propósito, ingresó a la Unión de Universidades de América Latina (Udual).
La Universidad Central también se dio a conocer en el país por su participación en actividades culturales y deportivas. La primera tuna mixta universitaria que existió en Colombia brotó del claustro unicentralista y llevó la representación institucional por eventos culturales y artísticos de trascendencia nacional e internacional, como la Feria de Manizales.
Igualmente, durante la década de 1970, los deportistas unicentralistas ganaron las primeras medallas en los diversos torneos universitarios celebrados en el país y también en el exterior. Comenzaba para la Universidad Central su época dorada como máxima exponente y líder del deporte universitario en Colombia.
La UC comenzaba a crecer y a robustecerse en otros aspectos que también le dieron identidad. Nació la primera asociación de egresados, Aexcentral, a la cual le fue concedida personería jurídica, por el Ministerio de Justicia, el 3 de julio de 1974, y que realizó su primer gran encuentro nacional en agosto de 1978.
En 1979, el Consejo Superior creó la Facultad de Periodismo y nombró como su primer decano a un joven periodista recién llegado de la Universidad de Kansas, en Estados Unidos, donde cursó sus estudios. Con Rafael Santos, el programa de Comunicación Social-Periodismo logró su aprobación oficial el 4 de agosto de 1983.
