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Innovar: ¿oportunidad o requisito?

Como respuesta a la necesidad de fomentar el emprendimiento con impacto social en el país, la UC lanza su diplomado en Innovación Social.

Innovación

 

La economía colombiana atraviesa un proceso de transición de un modelo cerrado, que depende sobre todo de actividades primarias y compite por bienes y servicios de bajo valor agregado, hacia un modelo diversificado, de mercados abiertos y competidores sofisticados.

Según el documento de balance y recomendaciones de Fedesarrollo 2014-2018, esta necesidad de competir en el mercado global y alcanzar estándares internacionales, con productos y servicios de alto valor agregado y mejores características, le impone al país el reto de implementar estrategias y políticas que promuevan la inversión en ciencia, tecnología, innovación y emprendimiento (CT&IE).

Fedesarrollo señala, además, que Colombia muestra rezagos en ejes clave para fortalecer dichas estrategias, como una institucionalidad articulada y coordinada entre los sectores privado y público; financiamiento; talento humano; transferencia tecnológica; propagación de la cultura del emprendimiento y un entorno competitivo que facilite la creación de nuevas empresas.

Por su parte, el Consejo Privado de Competitividad indica que en los últimos años la capacidad de innovación del sector privado no solo ha sido limitada, sino que también ha disminuido considerablemente. 

Sin embargo, y contrario a lo que podría pensarse, este contexto ofrece perspectivas positivas y oportunidades. Si bien la inversión en investigación pasó de un exiguo 0,17 % del PIB en 2010 al compromiso del Gobierno de invertir al menos un 1 % en 2018 (que sigue siendo bajo frente a países como Chile, México y Brasil), recientemente el Foro Económico Mundial indicó que Colombia es el cuarto país más innovador de 44 en el mundo, el segundo en Latinoamérica, después de Chile y ocupa el puesto 68 en el Índice de Innovación Global.

Educación e innovación

Ante este panorama, el papel de las políticas que guíen a las instituciones educativas para que fomenten la creatividad, la investigación y la innovación es esencial, pues estas son, hoy por hoy, claves para el crecimiento de la economía, el desarrollo de las comunidades y su bienestar, así como para generar capacidad de respuesta ante posibles situaciones adversas del mercado.

Por ello, desde hace algunos años, el Gobierno nacional y el Ministerio de Educación Nacional han venido definiendo estrategias y políticas que ayuden a las instituciones de educación superior a fortalecer sus capacidades de investigación y su oferta de formación, así como el recurso humano para llevar a cabo esta tarea y potenciar la cooperación y el intercambio científico, a fin de generar soluciones para las regiones, desde la competitividad, la sostenibilidad y la pertinencia.

El sistema educativo colombiano se ubica en el puesto 35.° en el escalafón mundial de sistemas que motivan la creación de negocios y es el cuarto en la región; ademas, ocupa el primer lugar en cuanto a capital humano emprendedor en Latinoamérica. 

La U. Central asume el reto

Como parte de una estrategia institucional que respalde y garantice sus funciones misionales y su visión de futuro para la formación de capital social y humano capaz de impulsar desarrollo en el país, la Universidad se ha propuesto fortalecer la investigación y la interacción social, mediante la actualización de sus políticas de extensión e investigación.

En consecuencia, la Política de Investigación, Innovación y Creación y la Política de Extensión de la UC le asignan un papel preponderante a estos elementos dentro de las dinámicas académicas y de gestión, guiadas por la idea de comprender, analizar, intervenir e interactuar con el entorno para ofrecer soluciones a sus necesidades y contribuir a la transformación de la sociedad.

Dado que la innovación es aplicable a cualquier ámbito (educación, medio ambiente, gobernabilidad, justicia, etc.), resulta un elemento indispensable para impulsar avances significativos en términos socioeconómicos. Por esto y con el propósito de cerrar la brecha que ha relegado las acciones de emprendimiento con impacto social a las organizaciones sin ánimo de lucro y al Estado, la Dirección de Extensión de la UC ofrece su nuevo diplomado en Innovación Social.

Cambio de perspectiva

Esta propuesta pedagógica busca contribuir a superar la visión de la innovación como un requisito para las entidades y cultivar un enfoque más acertado en relación con las posibilidades que esta ofrece en términos de impacto social, bienestar y, simultáneamente, de rentabilidad. En pocas palabras, aborda el interrogante sobre la trascendencia del impacto social por fuera de los límites de la filantropía, la donación o la obligación estatal para abrir caminos de proyección económica a los problemas sociales.

“El diplomado en innovación social que realizamos con la Universidad Central trae foco a la creación de empresa con impacto social, lo que trasciende el asistencialismo como mecanismo central en la generación de impacto social. Pero más importante aún, a la vez que enaltece el sistema económico capitalista sobre el cual opera el país, fomenta el cuidado del empresario por la sociedad y viceversa”, afirma Pablo Espinosa, director de la revista Innovación Social y docente del diplomado.

Mediante herramientas teóricas, exposición de casos de éxito, acompañamiento en la formulación de iniciativas y relacionamiento con actores de interés y expertos que puedan validar, asesorar, retroalimentar y apoyar las iniciativas propuestas, los docentes del diplomado ayudarán a los participantes a desarrollar de principio a fin sus proyectos de innovación.

Gracias a esta iniciativa, jóvenes profesionales o estudiantes de últimos semestres con experiencia laboral y perfiles para el emprendimiento y fuerte sentido de servicio social pueden unirse al capital humano en innovación más sobresaliente de Latinoamérica en un momento que ofrece grandes posibilidades para incursionar en este ámbito. 

Pablo Espinosa también hace referencia a la relevancia e importancia de la innovación social en el mundo actual y el objetivo del diplomado. “Las tendencias de innovación social informan y se nutren de los modelos de negocios más actuales y revolucionarios que aparecen en la frontera del mundo moderno. Así que cualquier familiaridad con ideas de innovación social no pueden sino enriquecer el punto de vista, las posibilidades de proyección y las ganas de soñar de cualquier estudiante curioso”, resalta.

El diplomado consta de 3 módulos con un total de 110 horas, requiere de un nivel apto de lectura en inglés e iniciará labores el 22 de agosto de 2016.

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Los docentes

Pablo Espinosa: matemático y filósofo. Fundador y actual director de la revista Innovación Social. Ha emprendido iniciativas como el Impact Hub Bogotá, un espacio de coworking para emprendedores sociales originado en Londres y replicado bajo un modelo de asociatividad en más de 50 países del mundo.

Alan Wagenberg: economista y experto en responsabilidad social empresarial. Emprendedor de múltiples iniciativas de impacto rentable como Shooting in Colombia, un viaje por Colombia para extranjeros que quieren explorar el país en su esencia.

Más información e inscripciones aquí

Laura Zoar Blanco 
Coordinación de Comunicaciones
Bogotá, D. C., 14 de junio de 2016
Imágenes: Departamento de Comunicación y Publicaciones
Última actualización: 2019-03-11 14:24