Alejandro Martínez, docente del Dpto. de Cine, nos cuenta las claves del éxito de esta serie y su teoría para el final de la octava temporada.
El domingo 14 de abril se estrenará la octava y última temporada de la exitosa serie de HBO Game of Thrones (GOT). Luego de 67 capítulos emitidos, esta historia, basada en la saga de libros Canción de hielo y fuego del escritor y guionista George R. R. Martin, tiene expectantes a millones de personas en todo el mundo, que han esperado por más de un año y medio —desde la séptima temporada— para ver los episodios finales de esta producción que, sin duda, representará un hito para las series televisivas.
Pero, ¿por qué todo el mundo habla de GOT?, ¿por qué ha despertado tanto interés en públicos de todas las edades? Alejandro Martínez, docente del Dpto. de Cine de la Universidad Central, nos cuenta cuáles han sido las claves del éxito y su teoría sobre el final de la serie.
Un mundo narrativo
En Game of Thrones se relata la lucha entre dinastías rivales por ocupar el trono de hierro y gobernar los siete reinos que conforman el continente Westeros. La construcción de este mundo narrativo ha sorprendido a los espectadores por su complejidad y minuciosidad: la cantidad de detalles en la narración permite que sea percibido como un mundo creíble.
Si bien contiene dosis de fantasía, las situaciones relacionadas con los conflictos políticos, la ética humana, la guerra, el amor y el odio, hacen que resulte familiar y similar a las problemáticas reales.
“El universo de Game of Thrones es muy detallado, incluso George R. R. Martin ha creado varios lenguajes como el alto valyrio y el dothraki, lo que demuestra la grandeza y diversidad de la historia”, detalla Martínez.
Personajes fascinantes
Por ser una serie de largo aliento, los espectadores tienen mucho tiempo para involucrarse con los personajes en el transcurso de todos los capítulos, intimar con ellos y conocer sus vidas.
“GOT está dotada de personajes complejos y fascinantes, no se presentan los típicos héroes y villanos, sino que están en una gama de grises; viven diferentes facetas, se transforman sin perder su esencia y esto permite que las personas se identifiquen con sus historias”.
Guion con giros inesperados
El factor sorpresa es otra de las claves del éxito. La historia va trazando un rumbo imprevisible, en el que, por ejemplo, puede morir repentinamente algún personaje amado por el público; además, cada capítulo culmina con grandes dosis de intriga, suspenso y drama.
“Aunque las muertes fortuitas pueden romper los corazones de muchos fans, también han sido un gancho. No nos cuentan una historia convencional en la que sobrevive el bueno y muere el malo, esto ha hecho que el público complejice su forma de pensar y percibir los hechos para descifrar el futuro de la serie”.
Expectativa y vigencia constante
Al final de cada temporada los guionistas dejan varias tramas inconclusas para que los espectadores permanezcan en vilo hasta el inicio de la siguiente. Estos ganchos narrativos han sido efectivos para que, aun cuando la serie no esté al aire, los seguidores mantengan la conversación abierta y planteen posibles teorías sobre el desenlace.
También han usado estrategias publicitarias en redes sociales para que los espectadores interactúen y compartan información sobre la serie, lo que a su vez se viraliza y atrae nuevos seguidores.
Para la octava temporada se está usando el hashtag #ForTheThrone que representa el fin de la lucha por el trono, pues en estos últimos episodios se definirá quién quedará como legítimo rey de Westeros.
Gran producción
Cada capítulo tiene una cuidada escenografía que permite mostrar la variedad de mundos, recrear paisajes sorprendentes y darle vida a seres mitológicos. La producción está a la altura de los grandes productos audiovisuales.
La Batalla de los bastardos, que se emitió en el noveno capítulo de la sexta temporada, fue una de las secuencias de batalla más importantes de la historia de la televisión, requirió 25 días y 10 millones de dólares para filmarse.
“GOT es una muestra de los formatos que se utilizarán para las series de televisión y el inicio de una gran oleada de producciones épicas”, confirma el docente Martínez.
¿Qué esperar de la octava temporada?
El docente Martínez sugiere que en la última temporada se sacrificará alguno de los personajes con más peso en la historia: Jon Snow, Daenerys Targaryen o Tyrion Lannister. Además de otros personajes secundarios que también han tenido protagonismo, como Jaime Lannister:
“Este personaje ha llegado hasta el final de la serie, ahora pertenece al bando de los ‘vivos’ que se enfrentarán a los caminantes blancos, pero, su apoyo permanente a la despiadada Cersei durante toda la historia, lo hace candidato a morir en este temporada”.
Respecto a quién ocupará el trono de hierro, Martínez explica que, para crear la historia de Game of Thrones, George R. R. Martin se inspiró en la Guerra de las Rosas, una guerra civil en la que se enfrentó la Casa Lancaster contra la Casa York por el trono de Inglaterra entre 1455 y 1487. En la serie los Lancaster representan a los Lannister y los York a la casa Stark.
En 1509, el rey de Inglaterra era Enrique VIII —quien inspiraría el personaje de Robert Baratheon—, luego de su muerte fue sucedido por su hijo Eduardo VI con apenas 9 años, quien en la serie estaría representado por el joven rey Joffrey Baratheon.
La siguiente en el trono de Inglaterra fue María I, también conocida como ‘la reina sangrienta’, por lo que su retrato está ligado al personaje de Cersei Lannister —quien actualmente ocupa el trono de Westeros—.
María I fue sucedida por la reina Isabel I, una mujer de cabellera roja perteneciente a la casa York, que fue alejada de su familia y obligada a ver más allá de su vida de princesa. Por esto, Martínez especula que la próxima reina será Sansa Stark.
“A lo largo de la serie nos han mostrado que Sansa se está preparando para el trono, su personaje ha madurado en cada temporada y este no sería un final obvio. No todos esperan que Sansa sea la reina, y Game of Thrones nos tiene acostumbrados a lo impredecible”, confirma.
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