Conoce los beneficios del entrenamiento funcional como alternativa para ejercitarte.
Múltiples análisis realizados, así como experiencias personales y laborales, hacen evidente que los individuos que se inician en la práctica de la actividad física la abandonan a los tres meses.
Esta “baja permanencia o adherencia” es generada, en muchos casos, por el débil estímulo y la poca motivación, factores que inciden en que las personas no persistan en su plan de ejercicio físico, ni lo prolonguen por un período más extenso de tiempo que les permita convertirlo en un hábito de vida y genere un bienestar permanente.
Con certeza, muchos de nosotros hemos advertido esta falta de adhesión por prácticas erradas, ausencia de motivación, desinformación, etc., y al final, lanzamos frases lapidarias como "no nací para esto" o "esto no es para mí".
Esto es incuestionable, pues, en algunos casos, los métodos o sistemas elegidos en el plan de ejercicios no son los apropiados, de ahí que quien los sigue no le encuentra sentido a cargar pesos de forma mecánica, pedalear una elíptica o andar en una cinta sin fin.
Y ahí está, justamente, la clave para mantener la constancia al realizar actividad física y conseguir los resultados esperados: entender el porqué de la actividad y el vínculo entre la causa y el efecto, será imprescindible para generar un mayor impulso, ánimo, motivación, aceptación y adhesión al programa de actividad física propuesto.
Conceptos básicos del entrenamiento funcional
La actividad física se ve avocada a procesos dinámicos y a transformaciones con relación a la visión del entrenamiento. Pese a que a que el funcionamiento y el movimiento de los organismos humanos se ha mantenido en el tiempo, el surgimiento de nuevas tendencias en la preparación física y la estructura de producir adaptaciones, ha dado lugar al auge del entrenamiento funcional, que es una concepción tradicional con una denominación refrescante y actual, que, hoy en día, ha adquirido un importante predominio en el ámbito deportivo.
El sistema de entrenamiento funcional es, entonces, una herramienta técnica útil para aplicar a las sesiones diarias de entrenamiento y alcanzar los objetivos desde una perspectiva diferente.
Este método se centra en la realización de ejercicios en determinados planos, usados como mecanismos profilácticos para prevenir lesiones, afianzar un movimiento deportivo, o para dinamizar el metabolismo energético.
Esta práctica física está orientada a obtener un efecto específico. Son estructuras de ejercicio que se apoyan y fundamentan en movimientos de la vida cotidiana para utilizarlos diariamente, trabajarlos y ponerlos al servicio de tratamientos de prevención, reparación y rehabilitación de lesiones, emplearlos en la preparación física de los diferentes deportes y direccionarlos a tener un mejor rendimiento físico en general.
Se distingue de la metodología de preparación física tradicional, en que su trabajo se funda en la fuerza funcional, es decir, que implica a todo el sistema musculoesquelético, a todo el cuerpo como unidad armónica e interdependiente, y no solo a un grupo de músculos que realizan tareas aisladamente. Este tipo de entrenamiento produce mayor actividad con secuencias encadenadas de movimiento más complejos y con grados de dificultad progresivos.
En contraposición al entrenamiento convencional que se dirige a aislar grupos musculares, o presenta series mezcladas de ejercicios que no atienden a una sucesión práctica de eje de patrones motores básicos, el entrenamiento funcional basa su organización en una variedad de movimientos generales y específicos y trabaja, además, aspectos como el fortalecimiento de zona media, coordinación intermuscular, integración neurológica, motricidad y propiocepción”.
Otra de sus propiedades es el escalonamiento en el nivel de dificultad de los ejercicios, complejidad e intensidad, los cuales incorporan también la utilización constante de varias articulaciones, y el sistema músculo esquelético, como unidad motora compacta y sólida en su ejecución, para aumentar el metabolismo y el gasto energético.
Abordando un ejemplo práctico de series y progresiones funcionales se pueden establecer diversas secuencias que definan y califiquen a nuestro entrenamiento como funcional, que nos mantengan lejos de las lesiones y que se traduzcan en efectividad al momento de determinar los resultados.
Al respecto, Michael Boyle señala en su libro New funtional training que “estas dos propiedades son cruciales al momento de revisar los resultados obtenidos al concluir el programa de entrenamiento funcional formulado. Que el estado físico se potencie y que el riesgo de lesiones se mantenga a raya. Que se asimile y adapte a las funciones, actividades, tareas y movimientos diarios y que esté en estrecha relación con los objetivos de cada individuo”.
Además afirma: “las rutinas de entrenamiento funcional en la actualidad se desarrollan aceleradamente, pero muchas veces se cometen equivocaciones en su ejecución y en la aplicación de progresiones y niveles de dificultad. En consecuencia, es determinante tener un conocimiento acerca de qué ejercicios hacer, cómo y cuándo realizarlos”.
Aportes del entrenamiento funcional al cuerpo humano
- Promueve la movilización de grasa corporal. Activa el riego sanguíneo y el gasto calórico. A partir de los ejercicios realizados, reduce del porcentaje de grasa corporal y optimiza el metabolismo, conjuntamente con un plan nutricional.
- Restablece la higiene postural del cuerpo, el equilibrio y la estabilidad. Aporta tono muscular a la zona media del cuerpo, constituida por los oblicuos, abdomen, pelvis, diafragma, espalda baja, lumbares, paravertebrales, etc. Ayuda a mejorar la postura, proporciona equilibrio, flexibilidad, estabilidad, fuerza en músculos estabilizadores, agónicos y antagónicos
- Minimiza el riesgo de lesiones. Previene, evita y mejora dolores y molestias cotidianas tales como espasmos, contracturas, problemas musculares y articulares.
- Es un factor complementario ideal de la práctica deportiva. Perfecciona el rendimiento físico a través del fortalecimiento general de todo el sistema muscular y dota al organismo de mayor capacidad y vigor en el desempeño de movimientos rápidos, que exigen velocidad, reflejos y reacción.
- Ejercita las cadenas musculares de movimiento. Posibilita un entrenamiento integral que involucra el sistema musculoesquelético cohesionado como un todo bajo el principio de las cadenas cinéticas, ayudando a identificar los eslabones débiles en el movimiento y a establecer estructuras y patrones adecuados en la ejecución de los actividades diarias y rutinarias.
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