20 años de vida dedicados a la danza fueron motivo del homenaje hecho por Idartes a la maestra Mónica Mercado, directora del Grupo de danzas de la UC y del colectivo Herencia Viva.
Cuando Mónica baila, en los rostros de sus bailarinas se dibuja una sonrisa. La respetan y admiran; la quieren como a una madre (o a una hermana alcahueta) y esperan aprehender cada paso, cada gesto que haga flagrar sus cuerpos. El grupo de la UC se reúne cada sábado a las dos de la tarde en el “Cinco cincuenta” y sus integrantes olvidan lo que hay en el exterior para concentrarse en el movimiento.
Como los hombres del grupo no han llegado al ensayo, Mónica decide que pueden bailar Bullerengue, danza ritual en la que solo participan mujeres y que representa la llegada a la pubertad. “Esos muchachos siempre llegan tarde ━dice mirando a sus chicas con una mueca de burla━, y bueno, tampoco es que bailen muy bien... Es broma. ¡Empecemos!”.
Nietzsche (hombre al que no imagino bailando) decía que deberíamos considerar perdidos los días en que no hemos bailado al menos una vez. Así las cosas, Mónica no perdió ninguno hasta ahora, pues ha dedicado cada instante de su vida a conocer en detalle el folclor nacional, a gestar coreografías que estremecen, pero sobre todo, a bailar para sentirse libre.
“20 años no es nada”, dice la canción de Gardel, y Mónica piensa lo mismo: para ella el tiempo ha sido un baile. Su carrera empezó en el grupo de danza de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, mientras estudiaba Publicidad y Mercadeo, pero fue al terminar allí cuando supo que su verdadera vocación era el folclor.
Las raíces caribeñas y la alegría que se dibujan en su cabello, en su piel, la llevaron a audicionar en el grupo de la maestra Delia Zapata Olivella, autoridad en la música y bailes de las costas colombianas y pionera en promover el folclor en el ámbito internacional; luego, durante algunos años, formó parte de la agrupación de Totó la Momposina como bailarina.
Finalmente se independizó. Decidió aventurarse y conformar su propio grupo de danza, y en mayo de 1994 nació Herencia Viva. Según Mónica “ha sido un proceso bastante duro, sobre todo conseguir apoyos para vestuario, montajes y viajes, pero a medida que el trabajo del grupo se hace conocido, que se demuestra un interés legítimo por rescatar el folclor, los apoyos van llegando… es difícil, pero llegan”. Y de qué manera.
El esfuerzo de Mónica se refleja en sus logros: la Compañía Nacional de Danzas Folclóricas Herencia Viva, conformada por más de doscientas personas, ha hecho 10 giras internacionales y ha sido merecedor 12 veces consecutivas del premio a mejor compañía de danzas de Bogotá, además del reciente reconocimiento hecho por Idartes a 20 años de periplo por el folclor nacional.
La danza es lo mío -dice Mónica-, sé que hay mucho por hacer, investigar y difundir. Tristemente la danza folclórica colombiana no es tan apoyada ni apetecida en grandes escenarios del mundo, pero lo que viene para nosotros como maestros es difundirla, mostrar que la historia del país está contenida también en la danza”.
¡Felicitaciones a la maestra Mónica Mercado!
Daniel Rocha Gutiérrez
Coordinación de Comunicaciones
Bogotá, D. C., 10 de noviembre de 2015
Imágenes: Departamento de Comunicación y Publicaciones