El espacio radial Central Económica analizó el papel de este organismo internacional en la política de la industria global
Desde el final del confinamiento por la pandemia del covid-19 se destaca un cambio significativo en el panorama económico global: el regreso de la política industrial (PI). Al respecto, a inicios de marzo el Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó unas consideraciones al respecto de la política industrial, titulado “Industrial Policy Coverage in IMF Surveillance” ("Cobertura de la política industrial en la supervisión del FMI").
¿Qué es la política industrial?
El FMI define la política industrial como intervenciones gubernamentales específicas diseñadas para apoyar industrias o actividades nacionales específicas para lograr objetivos nacionales (económicos o no económicos). Esto contrasta con las "políticas horizontales" que apuntan a mejorar el entorno empresarial general para todas las empresas.
Históricamente, la política industrial a menudo adoptó la forma de proteccionismo comercial para industrias nacientes o “campeones nacionales”. Sin embargo, con una mayor liberalización del comercio producto de los Programas de Ajuste Estructural, la política industrial disminuyó durante un largo periodo.
¿Por qué el resurgimiento?
El FMI identifica varios factores que impulsan el reciente resurgimiento de la propiedad intelectual:
Rivalidad geopolítica: la mayor competencia entre naciones ha estimulado un enfoque en la seguridad nacional y la independencia tecnológica, lo que ha llevado a un renovado interés en la política industrial.
Prioridades cambiantes: el FMI señala un alejamiento de los productos médicos, un enfoque dominante durante la pandemia, hacia tecnologías avanzadas, soluciones bajas en carbono y sus cadenas de suministro.
En este sentido, el FMI reconoce diversas herramientas y consideraciones de política que los gobiernos utilizan para la política industrial.
- Subsidios: son la herramienta más común. Las economías avanzadas favorecen subvenciones directas y préstamos estatales, mientras que los mercados emergentes dependen de préstamos, exenciones fiscales e inyecciones de capital.
- Restricciones comerciales: más frecuentes en las EED, posiblemente debido a una capacidad fiscal o administrativa limitada.
Sin embargo, el Fondo enfatiza la necesidad de un diseño e implementación cuidadosos, considerando las siguientes variables:
Diseño: ¿Las herramientas elegidas son eficientes y efectivas?
Análisis costo-beneficio: sopesar los beneficios potenciales frente a los costos y las consecuencias no deseadas.
Implementación: garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y evitar distorsiones.
El FMI reconoce que muchas herramientas de política industrial pueden discriminar a los productores extranjeros, como los requisitos de contenido local o el acceso preferencial a los recursos. Destaca la importancia de evaluar si las políticas son:
- De jure: legalmente discriminatorio por razón de nacionalidad.
- De facto: efectivamente discriminatorio incluso si aparentemente es neutral.
También enfatiza el valor de los instrumentos no discriminatorios, como subsidios o exenciones fiscales, disponibles para todas las empresas de un sector específico.
El papel del Fondo Monetario Internacional
Al delinear este marco, el FMI no necesariamente respalda un uso generalizado de la política industrial. En cambio, reconoce la realidad del regreso de la política industrial y pretende brindar orientación a los países miembros sobre cómo evaluar su eficacia y sus posibles obstáculos. El documento ejemplifica además cómo el FMI ha comenzado a incorporar consideraciones de política industrial en sus actividades de supervisión.
En conclusión, este documento refleja la evolución de la perspectiva del FMI sobre la política industrial. Reconoce su regreso y proporciona un marco para su evaluación, asegurando un uso más medido y potencialmente beneficioso de esta herramienta de política.
FMI. (2024). Industrial Policy Coverage in IMF Surveillance - Broad Considerations. Policy Paper No. 2024/008. March 11, 2024
