Salva una vida! Unámonos para prevenir el suicidio

La persona tiene que salir adelante sola.

No es suficiente la fuerza de voluntad, se requiere ayuda profesional.

Los suicidas son desequilibrados mentales.

No todos los suicidas tienen trastornos mentales.

Quien habla de suicidio solo quiere llamar la atención o manipular.

Es importante tomarlo en serio. Quien expresa suicidarse está haciendo un llamado al apoyo.

El que intenta suicidarse es un cobarde.

No son cobardes, son personas que sufren y tienen poca esperanza en su futuro.

Quienes hablan de suicidio no tienen intención de hacerlo.

Quienes hablan de suicidio pueden estar pidiendo ayuda o apoyo. La mayoría de las personas que presentan conducta suicida consideran que carecen de otra opción.

La mayoría de los suicidios suceden de manera repentina, sin advertencia previa.

La mayoría de los suicidios son precedidos de signos de advertencia verbal o conductual. Desde luego, algunos suicidios se cometen sin advertencia previa, pero es importante conocer los signos de advertencia y tenerlos presentes.

Hablar de suicidio es una mala idea y puede interpretarse como un estímulo.

Dado el estigma alrededor del suicidio, la mayoría de las personas que lo contemplan no saben con quién hablar. Expresarse abiertamente sobre el suicidio le puede dar a la persona otras opciones o tiempo para reflexionar sobre su decisión, previniendo así el suicidio.

Una vez que aparecen las ideas e intentos de suicidio siempre estarán ahí.

El mayor riesgo de suicidio suele ser de corto plazo y específico según la situación. Aunque los pensamientos suicidas pueden regresar, no son permanentes, y quien haya tenido pensamientos o intentos suicidas puede superarlo y llevar una larga vida.