¿Cómo ayudar a alguien en crisis emocional? Esto recomienda psicóloga
Los primeros auxilios psicológicos son una herramienta de apoyo y facilitan el paso a la atención profesional. Aprende cómo aplicarlos aquí.
Los primeros auxilios psicológicos (PAP) son el punto de partida para recuperar la estabilidad emocional. Así lo explica Natalia Perdomo, psicóloga de Bienestar Estudiantil, quien señala que este apoyo emocional es el paso inicial para remitir oportunamente a quien está en crisis a servicios de psicología especializada.
Aunque no se requiere ser profesional en psicología para brindar este tipo de ayuda, sí es necesario conocer e implementar un protocolo específico. En la Universidad Central, existen rutas de atención en salud mental, coordinadas por Bienestar Estudiantil a través del programa Cuidadosa-mente, que detallan las situaciones en las que se deben aplicar y cómo hacerlo.
Los PAP están avalados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y son aplicados tanto en circunstancias cotidianas como en conflictos armados o desastres naturales. La evidencia científica demuestra que “son un conjunto de habilidades y conocimientos que se utilizan para ayudar a las personas a sentirse tranquilas y capaces de hacer frente a una situación de emergencia o crisis”, según la Cruz Roja.
¿Qué son los primeros auxilios psicológicos?
Los primeros auxilios psicológicos son una respuesta inicial y de contención ante un momento de alto impacto emocional (fallecimiento de un ser querido, episodios de ansiedad intensa, ideación suicida, entre otros), de acuerdo con la profesional en psicología Natalia Perdomo. Su propósito es generar un espacio de regulación emocional y orientar al afectado hacia un acompañamiento psicológico.
¿Cuáles son los 4 pasos de los primeros auxilios psicológicos?
Para brindar apoyo psicológico inicial, Perdomo recomienda seguir cuatro pasos:
- Identificar posibles riesgos: es importante reconocer si hay objetos con los que la persona se pueda hacer daño o si el ambiente en el que se encuentra representa un riesgo (por ejemplo, si está cerca de una avenida, escaleras o un espacio que provoque agobio). Si ves estos factores, lo mejor es que la lleves a un lugar tranquilo y silencioso en lo posible.
- Escuchar activamente: la comunicación es clave cuando se está haciendo este tipo de acompañamiento. Por eso, es recomendable que dejes que te cuente lo que le sucede sin interrupciones y puedas validar sus sentimientos diciéndole, por ejemplo: “Entiendo lo que te pasó, es normal sentirse así”. En lo posible, usa un tono de voz cálido, cercano y firme.
- Practicar estrategias de contención: junto con esa validación verbal, puedes acompañar a la persona con ejercicios de regulación. Los más aplicados a distintos niveles de crisis son de respiración controlada (inhalar y exhalar lentamente a la vez), descripción de objetos exteriores (identificar tres objetos y concentrarse en describirlos a detalle) y contención a través de sensaciones (tocar un elemento con un tacto particular y concentrarse en él).
- Ofrecer servicios de atención oportunos: es ideal que un profesional pueda realizarle un acompañamiento psicológico. En el caso particular de la Universidad, los servicios de psicología para estudiantes y funcionarios están ubicados en el tercer piso del edificio de Bienestar Estudiantil.
Cuando la persona reciba una sesión de psicoterapia, el profesional a cargo puede tomar la decisión de enviarla a un centro de salud especializado o urgencias, de ser necesario.
Primeros auxilios psicológicos: ¿qué no hacer?
En estos casos, no minimices el dolor de tu acompañante y tampoco intentes desviar la conversación hacia algo similar que te haya ocurrido. Más bien, busca que se sienta acompañado, con confianza de contarte lo que le sucede y seguro en el espacio en el que se encuentra.
Lo mejor es que la persona pueda llorar con tranquilidad y expresar su dolor sin hacerse daño físico. Por eso, no bloquees la emoción que el otro puede sentir con frases como: “no llores”, “cálmate, no es para tanto”, “no reacciones así”. En ese sentido, evita dar consejos precipitados; en lugar de ello, busca brindarle soluciones alcanzables como darle agua o estar en un espacio confortable para mejorar su estado de ánimo.
Bienestar Estudiantil ha capacitado a la comunidad unicentralista a través de sesiones grupales o individuales. Perdomo comentó que durante 2025, “se empezó a trabajar sobre la aplicación del protocolo de contención emocional a funcionarios y docentes. Este mecanismo busca garantizar la confidencialidad, la atención oportuna y el acompañamiento integral a todos los miembros de la comunidad centralista”.
En estos espacios, los unicentralistas han adquirido habilidades para identificar una situación de crisis mental, los pasos a seguir y herramientas psicológicas a través de juegos de rol donde se ponen en práctica estos conceptos.
La Universidad Central reafirma su interés por el bienestar colectivo de las personas que conforman la Institución. A partir de la promoción de estas estrategias, los estudiantes, profesores y administrativos unicentralistas pueden desarrollar mayores capacidades para promover la salud mental en distintos espacios de acción.
Lina María González
Máster Central
Bogotá, D. C., 19 de noviembre de 2025
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