Las 4P del publicista de hoy: las habilidades tendencia

Las palabras de Daniela reflejan una realidad evidente: la velocidad vertiginosa de las redes sociales y las comunicaciones obliga a seguir de cerca lo que hablan las personas, sus intereses y formas de pensar. En el mundo del marketing, esta habilidad se conoce como “social listening”, que es el monitoreo y análisis de la conversación digital, y es clave para mejorar el entendimiento de las preferencias del consumidor. 

Para lograr este cometido, el primer paso es estar al tanto de lo que sucede en la sociedad, la opinión pública y los diferentes espacios de conversación. Para destacar, los publicistas deben tener interiorizada la capacidad de informarse. 

A la actualización constante se suma la habilidad de entender cómo funcionan las redes sociales, ya que hoy son el escenario central para ejecutar estrategias de mercadeo. Según Jairo García, profesor de Publicidad de la Universidad Central, el Real Time Marketing (marketing en tiempo real, en español) está marcando la parada, porque responde con inmediatez a la creación de contenidos y mensajes de usuarios en momentos coyunturales relevantes. 

Para el docente, es importante que “el publicista esté muy atento a cómo sorprender y hacer cosas distintas”, especialmente en entornos saturados de contenidos similares. Por eso, dominar el lenguaje, las dinámicas y la creatividad propia de cada plataforma digital es una competencia indispensable.

El 93 % de las personas evitan los anuncios o contenidos que vendan de forma directa, según un estudio de Business Wire. Frente a ello, crear nuevas formas de hacer publicidad es imprescindible en este momento y, como dijo el profesor García, “la mejor característica y más importante que debe tener un publicista es la irreverencia y la disrupción en su pensamiento”. 

De hecho, los consumidores actualmente buscan conexión emocional, información útil y autenticidad. Un informe de la agencia de publicidad Neuron Expert señala que “el contenido generado por los usuarios refuerza la autenticidad, y los consumidores tienen 2,4 veces más confianza en las marcas”. Por ello, tomar caminos diferentes a los tradicionales o proponer ideas que generan tendencia responde a esas necesidades del mundo publicitario actual. 

Las tres habilidades anteriores se potencian con la última P: el pensamiento estratégico. Esta aptitud es la que hace posible que la creatividad, las ideas disruptivas y los conocimientos digitales se impulsen, porque permite conectar la información con objetivos de negocio.  

Estas destrezas son esenciales sin importar el rol que decida tomar un publicista: director creativo, redactor, planner, experto en redes sociales, productor o ejecutivo de cuentas; incluso, si decide ser independiente o emprendedor.