Felipe Cussen: un tradicionalista que hace poesía experimental
El poeta y docente chileno visitó la Universidad Central y conversó sobre sus proyectos literarios, que combinan escritura, música y artes visuales.
“La poesía históricamente ha tenido contacto con distintos soportes”, afirma Felipe Cussen, poeta experimental, magíster en Letras, doctor en Humanidades y docente investigador de la Universidad de Santiago de Chile, quien visitó Colombia para participar en el IV Festival de Literaturas Experimentales y Expandidas: La palabra en el espacio, organizado por el programa de Creación Literaria de la Universidad Central.
Durante su visita, conversó con Noticentral sobre sus proyectos de experimentación, que combinan música, poesía y artes visuales, la tradición de literatura experimental en la que se inscribe su trabajo, las posibilidades para este campo que traen las nuevas tecnologías y el papel de las universidades en la promoción de las prácticas artísticas.
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Entre el performance, la poesía y la enseñanza
Cussen tiene un amplio recorrido como artista transmedia, pues, aparte de escribir poesía convencional, ha hecho performances en los que articula la música con la declamación poética, ha realizado obras de poesía sonora y ha sido miembro de varios proyectos de experimentación.
La música, la literatura y la cultura pop se fusionan en su trabajo, tanto artístico como investigativo: “Es un proceso muy continuo de estar leyendo, escuchando, viendo muchas cosas. Me influye también muchísimo lo que llevo de artes visuales y performance. Incluso aunque vaya a escribir un poema así ‘más normal’, me influye mucho también todo eso”, explicó.
Aunque en la actualidad se dedica especialmente a la literatura, su interés por las artes inició con la música: “Antes que nada estudié música cuando era pequeño y tocaba flauta dulce en grupos de música antigua, medieval. Después comencé a hacer algunas cosas de escritura y recién cuando entré a la universidad empecé a combinar mis intereses”.
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Literatura experimental: llevar al límite las posibilidades del medio artístico
La literatura experimental busca maneras innovadoras de romper con los moldes tradicionales de los géneros e involucra elementos de otras disciplinas artísticas. Esta experimentación, en opinión de Felipe, no surge del vacío, pues la literatura siempre se ha mezclado con otras artes y existe una amplia tradición de experimentación.
Como explicó, “muchas veces se habla de que las primeras poesías eran cantadas, entonces ya estamos pensando en poesía con sonido, que después con la invención de la escritura también pasa a tener ese soporte. Me gusta decir que soy muy tradicionalista, porque hay tradiciones experimentales muy antiguas que se deben conocer y estudiar”.
La literatura experimental lo que hace, entonces, es estudiar la tradición y proponer nuevas formas desde allí: “Estamos recogiendo posibilidades que existen hace muchos años, mezclándolas, recontextualizándolas y jugando con ellas de distintas maneras”.
La clave está en conocer, y cuestionar, las posibilidades y limitaciones que le puede ofrecer un medio específico al artista: “Lo interesante, creo yo, es que siempre cualquier actividad artística se haga con la consciencia de los soportes que se están utilizando y de las posibilidades que tiene. Ocupar una máquina de escribir, por ejemplo, te ofrece muchas posibilidades de cosas que puedes hacer y otras que no; ocupar un computador te permite cosas; ocupar un lápiz te permite hacer caligramas, dibujar, etcétera”, señaló Cussen.
Esta idea puede extenderse a las artes performáticas: “Lo mismo ocurre con la posibilidad de ocupar nuestro cuerpo, nuestra voz, ocupar un micrófono o efectos como computadores, etcétera. Son posibilidades que están siempre disponibles y que en todas las épocas se han ocupado de distintas maneras”.

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El futuro de la literatura experimental
Las transformaciones tecnológicas también generan nuevos retos y oportunidades en el campo de la literatura experimental. Respecto al auge de la inteligencia artificial, por ejemplo, Cussen opina que hay dos posibles caminos:
“Una opción es convertirse en hacker, en pirata, experimentar y tratar de alterar, de combatir, de resistir, desde ese plano de la disputa. Hay artistas y poetas haciendo cosas superinteresantes con inteligencia artificial, muy críticas y muy provocativas”, señaló.
Por otro lado, con este fenómeno “se abre un espacio para volver a tecnología análoga, más antigua, o directamente ocupar solo el cuerpo y la voz, que hoy en día pasó a convertirse en algo distinto”, explicó.
En opinión de Cussen, “allí hay un camino abierto también: una especie de retorno distinto. Hay poesía y música que están rescatando cuestiones más astrales, más rituales y espirituales que, en el contexto actual tan tecnificado, tan neoliberal, se vuelven muy políticas”.
Además, según el poeta, en la actualidad es más fácil para los artistas interesados en las corrientes experimentales conocer lo que está ocurriendo a nivel local e internacional: “Hoy en día, hay bases de datos, hay archivos, canales de YouTube donde uno puede encontrar muchas cosas, archivos accesibles y todo. Cuando yo partí en esto, hace más de 25 años, no había internet, casi no había nada. Comprabas una revista por acá, después hablabas con alguien, te pasaba una cosa, la fotocopiabas”.
Lo más importante para quienes se adentran en estas corrientes es la apertura: “Lo primero que le diría a alguien que está interesado en la poesía experimental es que entre con la mayor curiosidad posible, ojalá que tenga una curiosidad infinita y mucho desprejuicio, como mucha apertura, porque realmente es un campo enorme”.
Aconseja a quienes quieren ser poetas, en tono gracioso, que “no se tomen en serio, porque no hay nada peor que un poeta aburrido. Que uno haga poesía no te convierte en nada especial, es solo una tarea igual que cualquier otra, igual de importante”.
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En defensa de la universidad
Para Felipe, es importante que existan espacios y programas de formación enfocados en la práctica artística:
Las universidades son espacios donde convergen personas de muchas áreas e intereses. Esto ha alimentado la práctica de Felipe como profesor e investigador: “Tengo la suerte de enseñar en un lugar en el que se pueden hacer investigaciones interdisciplinarias, transdisciplinarias, entonces para mí es muy normal hacer un curso donde vea cosas de literatura, arte visual y música, por ejemplo”.
Las diferentes ramas de conocimiento permiten construir debates ricos que alimentan a todos los participantes: “Tengo estudiantes que provienen de distintas disciplinas, entonces también mis diálogos como profesor son muy ricos en ese sentido, porque, aparte de ser muy brillantes, tienen miradas muy distintas. Nos enriquecemos mucho en esas conversaciones interdisciplinarias”.
Durante su visita a la UCentral, Felipe también tuvo la oportunidad de conocer los proyectos e iniciativas que se están gestando en la Institución y en su programa de Creación Literaria: “Estos días he podido conocer un poco más de los proyectos que se están haciendo acá y me parecen fascinantes. Creo que hay que cuidar y promover mucho lo que se está haciendo acá en la Universidad Central”.
Además, el escritor señaló que encuentros como La palabra en el espacio son oportunidades de crear conexiones entre artistas en toda la región: “Yo estaba más en contacto con redes de otros países, quizás de México, Argentina y Perú. Llegar acá y ver que hay mucha gente interesada ha sido superenriquecedor. Así que eso me tiene muy feliz y muy motivado de seguir estos contactos y estas relaciones”.
Con encuentros como el IV Festival de Literaturas Experimentales y Expandidas: La palabra en el espacio, el programa de Creación Literaria de la Universidad Central busca ampliar las discusiones sobre la literatura en el país y la región. Contar con la presencia de escritores e investigadores como Felipe Cussen permite fortalecer los lazos entre artistas de Latinoamérica y crear sinergias en el trabajo artístico.
Andrés Felipe Hernández Carrero

