Las aves migratorias que se accidentan en Bogotá: ¿cómo protegerlas?
Durante el Festival Biodiverso 2025, estudiantes y expertos analizan las causas de estos accidentes y proponen soluciones para cuidar la fauna urbana.
Bogotá presenta una gran contradicción como ciudad: su desarrollo urbanístico rodea los cerros orientales, una de las zonas que más deberían salvaguardarse por ser reserva hídrica y ecológica, pero la jungla de cemento y concreto compite permanentemente con el hábitat de especies que viven en los ecosistemas de la ciudad; la opción que les queda es adaptarse a las circunstancias.
Al intentar sortear esta realidad, muchos animales se han visto afectados. Por ejemplo, las aves migratorias que llegan a Bogotá sufren accidentes al chocar con edificios y rascacielos de la ciudad. Según la Secretaría Distrital de Ambiente, la capital recibe más de 40 especies de aves migratorias, las cuales “pueden chocar contra ventanales o fachadas y caer en tejados, avenidas o jardines”.
¿Cuántas especies migratorias pasan su temporada en Colombia?
De acuerdo con la Secretaría Distrital de Ambiente, las especies de aves migratorias boreales (vienen del norte del continente) que llegan a Colombia son:
- Tingua azul: proviene de los Llanos Orientales de Colombia.
- Reinita gorjinaranja: viaja desde el centro, sur y sureste de Canadá hasta Suramérica.
- Halcón peregrino: recorre más de 5.600 kilómetros desde Norteamérica hasta Suramérica.
- Cuco americano: vuela desde el oriente de Estados Unidos y su parada final es Bogotá.
- Gavilán aliancho: su hogar está en las ciudades estadounidenses de Pennsylvania y Nueva York; al acercarse el invierno, se dirigen a Brasil.
- Tángara roja migratoria: desde Canadá o Estados Unidos, vuela aproximadamente 2.400 kilómetros hasta llegar al norte de Suramérica.
Festival Biodiverso 2025, una apuesta por la fauna urbana
En medio de este contexto, el semillero Kynzha del programa de Biología de la Universidad Central ha investigado las colisiones de aves en la ciudad. En un corto y largo plazo, los estudiantes Daniel Alarcón y María Fernanda Piedra analizaron para sus trabajos de grado la accidentalidad de la avifauna.
Cada uno encontró hallazgos útiles para proteger de forma más consciente la fauna aviar que vive en Bogotá. Las conclusiones de sus tesis se presentarán en el conversatorio Bestiario urbano: relatos y encuentros con la fauna silvestre de la ciudad, en el marco del segundo Festival Biodiverso de la Universidad Central. Junto a ellos, estarán Ginna P. Gómez-Junco, coordinadora de educación y difusión del Programa para la Conservación de Murciélagos de Colombia, y Jose Luis Benavides López, curador de la colección de insectos del Museo de Historia Natural de la Universidad de los Andes.
¿Qué retos enfrentan las aves migratorias que llegan a Colombia?
Por un lado, Daniel monitoreó las colisiones presentadas durante un año en el campus de la Universidad y pudo registrar que seis aves se accidentaron en ese periodo. Tres de ellas viajaban desde Norteamérica y, a causa del agotamiento físico, no pudieron evitar el choque. Según explicó el estudiante, “las aves se estrellaban por el reflejo de los vidrios, ya que los ventanales de los edificios generalmente reflejan el cielo y las aves no pueden diferenciar una ventana de una imagen real”.
Daniel halló que los pájaros se tienden a estrellar contra la Torre Sur de la Universidad, posiblemente porque muestra el Cerro de Monserrate y la vegetación que hay alrededor del campus. Con ello, se descubrió que se trata de una tendencia de comportamiento entre las aves, más que de un hecho aislado.
Por otro lado, María Fernanda examinó diez años de colecciones biológicas de Bogotá (repositorios de fauna), centrándose en los registros de aves migratorias cuya causa de muerte documentada fue la colisión. La alumna “visitó varias colecciones biológicas de Bogotá, tomó estos datos y encontró que, de manera reiterativa, en marzo, abril, septiembre y octubre se presenta mayor número de colisiones, las cuales coinciden con los meses de migración”, señaló la profesora Ángela Navas, directora de trabajo de grado de María Fernanda y Daniel.
¿Cómo puedo evitar que los pájaros se estrellen con las ventanas?
Tanto Daniel como la profesora Ángela Navas manifestaron que hay ciertas medidas que pueden implementarse en edificios para evitar que las aves choquen. Una de las más conocidas es pegar una capa con patrones de puntos y así los pájaros identifican que es un objeto diferente. También, es posible usar mallas con el fin de que se detengan antes de golpearse. Destacaron que el uso de pequeños objetos colgantes fuera de la ventana o luces que muestren el interior ayudan a los animales.
¿A quién debo llamar si encuentro un pájaro herido?
Debes reportarlo ante Ambiente Bogotá al número 3188277733, 3174276828, (601) 3778854 o al correo electrónico fauna@ambientebogota.gov.co. Es importante revisar si tiene dificultades para volar, heridas evidentes o parásitos externos. De igual forma, es recomendable informar de la colisión, si chocó contra un vehículo o edificio y si se encuentra vulnerable en un espacio riesgoso. Mientras llegan las autoridades ambientales, pon al animal dentro de una caja de cartón con orificios para permitir el ingreso de aire y mantenlo lejos de otros animales que puedan hacerle daño.
Gracias a los esfuerzos del semillero Kynzha, se puso en el centro de la conversación la diversidad de aves que habitan el campus unicentralista y se abrió el espacio para “generar entornos seguros durante las épocas de migración y convertirnos en un lugar donde las aves pueden llegar y estar seguras”, como enfatizó la profesora Navas.
La Universidad Central valora las prácticas innovadoras de investigación y aprendizaje. Proyectos como los del programa de Biología abren espacios de conversación que fortalecen el compromiso institucional con la sostenibilidad y el medio ambiente.
Lina María González
Máster Central
Bogotá, D. C., 12 de noviembre de 2025
Imágenes: cortesía prensa Secretaría Distrital de Ambiente

