La renuncia silenciosa también llegó a las aulas, ¿cómo identificarla?
En los estudiantes, se manifiesta con bajo compromiso académico, asistencia mínima y desmotivación creciente en las aulas universitarias.
Desde hace algunos años, el término renuncia silenciosa (quiet quitting) ha tomado fuerza en el ámbito laboral, pero recientemente ha empezado a aplicarse al contexto educativo. Aunque no implica abandonar oficialmente los estudios, en este caso hace referencia a que los estudiantes cumplen solo con lo mínimo necesario para aprobar, sin mayor involucramiento emocional o académico. En las universidades, se traduce en baja participación, entrega de trabajos básicos y un desinterés progresivo por el aprendizaje.
Este comportamiento, lejos de ser una actitud aislada, puede estar relacionado con factores estructurales y emocionales que requieren la atención de las instituciones educativas. Entre las principales causas destacan el deterioro de la salud mental (producto del estrés, la ansiedad o el agotamiento), así como la desconexión emocional con la carrera o el entorno, que reduce significativamente el compromiso estudiantil.
En entrevista con Noticentral, Daniel Alberto Cardona Gómez, director de la Escuela de Estudios Transversales de la Universidad Central, compartió las posibles causas de este comportamiento, algunas de sus manifestaciones e implicaciones.
Se trata de un tema de gran relevancia, especialmente en una Universidad centrada en las personas, que enfoca su mirada desde lo humano. En este sentido, los estudiantes pueden encontrar en áreas como Bienestar un espacio de apoyo, orientación y acompañamiento para afrontar esta problemática y buscar soluciones integrales.
Posibles causas del desapego académico
Noticentral: ¿Cómo se manifiesta la renuncia silenciosa en el comportamiento académico cotidiano de los estudiantes?
Daniel Alberto Cardona: Se manifiesta de diferentes maneras. En primer lugar, hay que tener en cuenta que el bajo rendimiento académico denota un compromiso necesario, mas no intencional; los resultados del estudiante se limitan a lo estrictamente necesario, sin que haya un valor agregado. Sin embargo, es aún más evidente cuando el estudiante reprueba simultáneamente en diferentes áreas del conocimiento, lo cual demuestra una desconexión existencial con el entorno escolar donde se encuentra y, por lo tanto, una apatía con el proceso pedagógico en el que se encuentra.
En segundo lugar, es recurrente que dicha renuncia se haga evidente con el surgimiento de conductas que afectan la convivencia. En el caso del sistema escolar, puede traducirse en reiteradas faltas al manual de convivencia; en la educación superior, se puede evidenciar en el ausentismo, el consumo de sustancias psicoactivas o el refugio en otros hábitos como las apuestas.

NC: ¿Qué impacto tiene este fenómeno en la dinámica de clase y en el trabajo docente?
DAC: Se debe tener en cuenta que las causas de esta “renuncia” pueden ser endógenas o exógenas al sistema educativo.
Entre las primeras (endógenas) destaca la falta de pertinencia de los contenidos y las metodologías respecto a los escenarios en donde tiene lugar la enseñanza. Así las cosas, los estudiantes no reconocen una importancia real en el proceso pedagógico y, por tanto, el interés desaparece, ante metodologías que parecieran tener como único propósito la disciplina de los cuerpos.
En las segundas (exógenas), debemos reconocer que algunos jóvenes se encuentran expuestos a la poca credibilidad de sus familias y su entorno sobre los procesos educativos y los maestros. Hay hogares donde la escuela y el maestro son exclusivamente espacios de socialización y no se cree en su mediación como principal factor de movilización social.
Estrategias para disminuir la renuncia silenciosa
NC: ¿Qué características debería tener un entorno educativo para prevenir la desmotivación y el desapego académico?
DAC: Un entorno educativo que procura el bienestar de sus estudiantes vela por los siguientes factores:
- Ambientes sanos y protegidos
- Pertinencia del currículo según el contexto
- Ambientes de aprendizaje que fomenten el desarrollo de power skills
- Educación flexible y adaptada a los intereses de los estudiantes
- Docentes formados en pedagogía
NC: ¿Cómo se pueden rediseñar las estrategias pedagógicas para fomentar una participación más activa y significativa del estudiante?
DAC: Para empezar, debe hacerse una planeación que realmente tenga en consideración que el centro es el estudiante. Eso significa avanzar a su ritmo, teniendo en cuenta sus intereses. Además, es importante incorporar metodologías activas y estrategias de evaluación para el aprendizaje que sean procesuales y no simplemente punitivas.
NC: ¿Existen buenas prácticas o casos de éxito en instituciones que hayan abordado con eficacia la renuncia silenciosa?
DAC: Todo el constructivismo es una apuesta por colocar no los resultados, sino la vida de los sujetos en el centro de la vida escolar. Lo realmente difícil es conciliar los intereses institucionales, en ocasiones demasiado gobernados por el lucro, con las necesidades de tipo pedagógico. En ese orden de ideas, los retos están no solo en las estrategias pedagógicas, sino también en las apuestas institucionales, cuando existe una verdadera preocupación por la educación de calidad.
La Universidad Central, está comprometida con la formación integral de los estudiantes y, en su trabajo por ser una Universidad centrada en las personas, reconoce la importancia de construir entornos educativos que promuevan el bienestar, la participación activa y la articulación entre el propósito y el proceso académico. Para ello, sigue trabajando en el fortalecimiento de las prácticas pedagógicas y en la creación de espacios donde cada estudiante se sienta acompañado, valorado y motivado para desarrollar todo su potencial.
Paola Canastero
Máster Central
Bogotá, D. C., 15 de mayo de 2025
Imágenes: Máster Central y Freepik