Cómic de profesor unicentralista fue destacado por la Feria de Bolonia
“Cazucá”, del profesor Óscar Pantoja, fue incluido por la Feria del Libro Infantil de Bolonia en su lista de libros excepcionales que tratan los ODS.

Como parte de su 62.a edición, la Feria del Libro de Bolonia creó este año la exhibición Sustainability: 17 Goals for a Better Future, que busca destacar “150 libros infantiles excepcionales de todo el mundo que exploran la sostenibilidad”. Entre ellos está Cazucá, escrito por el profesor de Creación Literaria Óscar Pantoja en colaboración con Flor Capella, que trata el problema de la escasez del agua en una comuna de Soacha.
Si bien el libro se publicó en 2020, fue seleccionado este año por la Feria para pertenecer a una exhibición que, además, será presentada en las oficinas de Nueva York de las Naciones Unidas. Según el autor, esto se debe a la esencia humana de la historia: “Cuando se escribe literatura, en este caso cómic, no se escribe una anécdota, sino una experiencia humana. La anécdota se disuelve, la experiencia dura más en el tiempo. La ausencia de agua, el coraje de una niña indígena, una montaña llena de casas, la dificultad, el premio y el goce son experiencias que siempre van a estar presentes entre nosotros los humanos”.
Sostenibilidad y desigualdad en la literatura infantil
Cazucá hace parte de una trilogía de cómics silentes, completada por Tumaco y Cómbita. Los tres libros se ambientan en espacios similares: lugares olvidados de nuestra geografía donde los niños deben atravesar muchas adversidades. “Tumaco, que fue mi primer libro infantil, surgió de manera natural. Yo no tenía prejuicios de contar historias que no ocurrieran en las grandes ciudades, sino en la provincia, en la periferia o en sitios de una ciudad de los que nadie habla”, explicó Pantoja.
En su experiencia, dedicarles libros a estos espacios tiene efectos reales en la vida de los niños: “Cuando un niño o niña de Cazucá ve que hay un libro que se llama igual que el sitio de donde es, siente mucha alegría. Hay una pertenencia por parte de ellos. Es algo muy enriquecedor. Y si niños o niñas de otros entornos leen los libros, descubren que existen amigos en otros lugares que pasan por adversidades y se ponen en sus zapatos. Toman una conciencia social de la realidad”.
Los libros siempre han sido una herramienta para discutir temas clave con los niños y niñas, pero para ello es fundamental reconocer que estos leen su realidad y empiezan a entenderla desde muy pequeños. Como expresó el escritor, la gran literatura para niñas y niños habla de los problemas externos o internos que les ocurren, no tapa esos problemas y no considera a los infantes como carentes de pensamiento, y “tampoco hace para ellos una literatura pueril, facilista y poco sofisticada”.

Explorar las narrativas visuales
Cazucá es su tercer libro infantil, pero Óscar Pantoja tiene amplia experiencia en la escritura de cómics. Si bien este género no ha sido tan explorado, ha ido creciendo en Colombia; “estamos empezando a narrarnos en viñetas, en cómic”. Explorar los lenguajes visuales abre muchas puertas para la exploración a los artistas, pero se necesita también educar a los lectores. Según el escritor, “el cómic permite leer la imagen igual que el texto escrito. Tendemos solo a leer texto escrito y consideramos que es suficiente. No leemos el texto de imagen, que es igual de rico e importante. Diría que somos en parte analfabetas de la imagen; no la leemos como debe ser, creemos que es un adorno que se le hace al texto. Nuestro trabajo es empezar a narrarnos en imágenes, contar nuestras historias y que algún día tengamos una dirección, una placa, un destino en el cómic universal y nos lean y nos conozcan”.
En los programas de Creación Literaria de la Universidad Central, los profesores y estudiantes han dado varios pasos para reconocer la importancia de este género: “Tuve la oportunidad de crear la electiva ‘Otras narrativas: cómic’ y la experiencia resultó muy enriquecedora. Es más, creo que la UCentral fue la primera universidad en Bogotá que empezó a dictar —de manera formal en Creación Literaria— una electiva así. Por ese camino tuvimos nuestras primeras obras de grado en cómic, que fueron recibidas por los jurados de tesis de muy buena forma y estimuladas con menciones especiales. El resultado fueron varias novelas gráficas y un libro álbum”.

Aunque la electiva no se ha vuelto a dictar, Pantoja sigue incluyendo los lenguajes visuales en su enseñanza. “En las clases de maestría ‘Escribir para niños’ y ‘Escribir para jóvenes’ utilizo mucho el lenguaje de imágenes y los estudiantes terminan maravillados con los libros y autores que descubren”. Igualmente, otras profesoras y profesores incorporan y analizan las imágenes en sus cursos: “Tenemos que hacerlo porque el mundo y el arte nos dicen que debemos mostrarle al estudiante los diversos lenguajes artísticos. El cómic es el noveno arte, ya pasó el tiempo en que era visto como un entretenimiento superficial para chicos desocupados”.
Enseñanza y ejercicio creativo
Para Óscar Pantoja, sus roles como escritor y docente se retroalimentan. “Esta es una carrera de creación y todo mi trabajo gira en torno al misterio de la creación. Me interesa explorar los mecanismos, las herramientas, las formas para lograr una obra, sea una novela, un libro de cuentos, un libro expandido o un cómic. Cada nuevo descubrimiento que hago lo llevo a las aulas de clase, y sé que lo mismo hacen mis colegas”.
La clave para conseguirlo, en su opinión, es leer mucho, pues cada autor o autora trae nuevas propuestas y formas de crear. Pero también entran en juego otros medios artísticos como películas, cómics, fotografías, canciones y obras de teatro. Todo ello influye en el ejercicio de la creación: “El trabajo de los estudiantes no empieza en una generación espontánea, sino en la investigación creativa que atraviesa la búsqueda de historias”.
Un lugar para las creaciones fuera de los moldes
Cazucá vio la luz con el apoyo de Rey Naranjo, una editorial independiente. En opinión de Pantoja, el surgimiento de nuevas editoriales abre muchas oportunidades para los proyectos literarios alternativos. Gracias a ellas, las historias de nicho, creadas por autoras y autores que se salen de los moldes, pueden llegar a sus lectores ideales. Además, existen puentes de comunicación entre universidades y editoriales independientes que permiten dialogar y ver las propuestas estudiantiles.
Para poder integrarse a este creciente universo del libro, Pantoja cree que el punto clave es la historia que los autores quieren contar: “Todo parte de ahí, del oficio y cuidado que tengan los escritores y escritoras. Siempre me he preguntado ‘¿cómo se escribe una historia?’ y a eso me he dedicado, a responder esta pregunta y transmitir la respuesta a los estudiantes. Una gran historia nunca se queda sin editar, pero para lograr una gran historia hay que trabajar mucho”.
La Universidad Central felicita al profesor Óscar Pantoja por haber recibido este prestigioso reconocimiento.
Andrés Felipe Hernández Carrero
Máster Central
Bogotá, D. C., 7 de abril de 2025
Imágenes: Máster Central y cortesía Óscar Pantoja