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Tres jóvenes que luchan por sus sueños

Tres estudiantes de Administración de Empresas incursionaron primero que demuestra es espíritu emprendedor de los jóvenes unicentralistas. Esta es su historia.

coro infantil

 

Juan Diego Mosquera y Jairo Grillo comenzaron ofreciendo las empanadas que, día tras día, le compraban a un proveedor de confianza; Juan Pablo Ramos, a su vez, vendía los sándwiches que él mismo preparaba gracias a la ayuda de una hermana y a los conocimientos adquiridos en sus cursos de gastronomía en el Sena y en la Academia Verde Oliva.

Todo iba bien para estos jóvenes hasta que un día, en la Universidad se les informó que no podían seguir ofreciendo sus productos debido a que no contaban con los permisos necesarios para manipular y comercializar alimentos, así como a otros impedimentos legales.

Afligidos, pero no derrotados, decidieron apelar a su espíritu emprendedor: tomaron cursos de capacitación en normas de sanidad de la industria alimentaria, constituyeron su propia empresa –Míster Wish s.a.s.– y lograron que la Universidad les diera la autorización para vender sus productos, ya como empresarios y cumpliendo con todas las formalidades legales y estándares técnicos.

Hoy en día dirigen un exitoso punto de venta en la cafetería de la Sede Centro, identificado con el llamativo nombre de Juanduchito. Allí, los unicentralistas tienen la oportunidad de deleitarse con una amplia variedad de sándwiches (jamón, chorizo, maíz tierno y queso mozarela, pollo, carne molida y pico de gallo), a los que se les puede agregar la salsa de la casa. Para acompañar estas especialidades, normalmente ofrecen deliciosos jugos naturales de mora, lulo o fresa o bien refrescos y otras bebidas de reconocidas marcas.

Esta es la historia de tres jóvenes emprendedores unicentralistas que supieron transformar un aparente fracaso en una inigualable oportunidad para crecer como empresarios y, sobre todo, como seres humanos.

N.C.: ¿Quiénes son Juan Diego Mosquera, Jairo Grillo y Juan Pablo Ramos?

Juan Diego Mosquera: Soy un estudiante de séptimo semestre de Administración de Empresas. Soy muy aficionado al deporte, en especial el baloncesto, y he tenido la fortuna de beneficiarme con el programa de becas de la Universidad. Me definiría como una persona responsable y con espíritu de liderazgo.

Jairo Grillo: Estudio sexto semestre de Administración de Empresas. Me caracterizo por ser emprendedor, pues siempre me han gustado los negocios.

Juan Pablo Ramos: También soy estudiante de Administración de Empresas, pero estoy en cuarto semestre. Me defino como alguien a quien le gusta el emprendimiento y la innovación, como una de esas personas a las que les atrae romper esquemas y paradigmas.

N.C.: Háblennos un poco de sus familias. ¿Los apoyaron con sus ideas de negocio?

J. D. M.: Mi papá es caleño y mi mamá, tolimense. Tengo un hermano mayor. Mi familia siempre me ha respaldado en mis proyectos. Ellos estuvieron muy al tanto de todo el proceso de constitución de la empresa y han sido un gran apoyo en este nuevo negocio que estamos emprendiendo.

J. G.: Mi familia está integrada por mis padres y un hermano mayor. Mi papá siempre ha sido empresario, así que me aconsejó que emprendiera mi propio negocio para que no fuera empleado de nadie.

J. P. R.: Mi mamá es de Boyacá y mi papá nació en un pueblo de Cundinamarca que se llama La Palma. Soy el menor de seis hijos (cuatro mujeres y dos hombres). Mis padres siempre han querido crear una empresa, de modo que, desde que comenzamos con este proyecto, nos ofrecieron un gran apoyo para alcanzar las metas que nos habíamos propuesto.

N.C.: ¿Quiénes son los principales clientes de Juanduchito y qué comentarios han recibido de ellos en relación con sus productos?

J. D. M.: Nuestro clientes, en su gran mayoría, son estudiantes. Sin embargo, también nos han visitado altos directivos, como los doctores Rafael Santos, Ligia Echeverri, Myriam León y Jaime Castellanos. Entre nuestros clientes también están varios docentes (en especial de Administración de Empresas), como la profesora Paula Andrea López, el profesor William Henry Torres, la profesora Edith Mateus, etcétera.

Por fortuna, nuestros clientes opinan que los productos que ofrecemos son deliciosos y que se trata de una opción diferente.

En la mayoría de los programas académicos, los estudiantes tienen que realizar pasantías para optar al título, ¿en el Departamento de Administración de Empresas les validarán este negocio como práctica?

J. P. R.: Existe una gran posibilidad de que nos valgan la creación de nuestra empresa como una práctica, ya que estamos desarrollando un proceso de emprendimiento. Como en el nuevo pénsum hay una línea de profundización en esta área, es posible obtener el grado elaborando un plan de negocio o con un curso de profundización. Debido al número de créditos que hemos cursado, en la actualidad solo Juan Diego podría validar este proyecto como su tesis; pero la idea es que en un plazo no mayor a un año los tres podamos presentar la empresa como nuestro proyecto de grado.

N.C.: De acuerdo con su experiencia, ¿qué cualidades debe tener un emprendedor?

J. D. M.: A raíz de la situación que nos tocó vivir, consideramos que un emprendedor debe tener una gran pujanza. En nuestro caso, es necesario reconocer el apoyo del Departamento de Administración de Empresas; sin embargo, si no hubiera sido por nuestra persistencia y empeño, no habríamos logrado montar la empresa. De hecho, durante el periodo de vacaciones tuvimos que venir a contactar a algunos directivos a fin de obtener los debidos permisos para trabajar.

J. P. R.: Considero que, como emprendedores, debemos ofrecer un buen servicio, así como productos novedosos y de buena calidad. De momento, contamos con tres empleados que nos colaboran debido a que tenemos clases en diferentes horarios y no podemos faltar a las actividades académicas. Además de sacar adelante nuestra empresa, estamos luchando por el sueño de mantener un buen nivel académico para culminar con éxito nuestra carrera.

N.C.: ¿Cómo llegaron a un acuerdo con la Universidad para montar el negocio?

J. G.: Poco después de que nos prohibieron vender nuestros productos en la Universidad, descubrimos que este local estaba desocupado. Esto nos llamó la atención y se nos ocurrió la idea de aventurarnos a hacer algo más formal para ayudar de alguna manera con los gastos de nuestras familias. No queríamos seguir pidiendo plata a nuestros padres para cosas como salir a comer con la novia, ir de rumba o a un cine.

La marca Juanduchito ya existía. En todo este proceso de buscar un local para establecernos, los tres nos hicimos muy buenos amigos y fue así como decidimos crear la empresa Míster Wish s.a.s., que es la actual propietaria de la marca.

J. D. M.: El paso siguiente fue dirigir una carta formal al Departamento de Servicios Administrativos. Hicimos esto en el mes de abril, antes de Semana Santa, y creímos que obtendríamos una respuesta positiva. Sin embargo, surgieron algunas dificultades de tipo legal, pues nos encontramos con que la Universidad no puede firmar contratos comerciales directamente con estudiantes. Por ello, el doctor Jaime Castellanos, asesor jurídico de la Central, nos sugirió que constituyéramos una empresa, de manera que no nos relacionáramos con la Universidad como personas naturales, sino mediante la figura de una razón social. Al mismo tiempo, tomamos una capacitación en manipulación de alimentos con el fin de garantizarles a nuestros clientes los más estrictos estándares en cuanto a calidad y salubridad y también para cumplir con los requisitos de la Universidad.

Todo en este proyecto se ha conseguido con gran esfuerzo y lucha. Sin embargo, debemos reconocer el gran apoyo que hemos recibido de varios directivos, como el doctor Nelson Gnecco, quien nos dio su aprobación desde el principio; el doctor Guillermo Páramo, quien también nos ofreció su respaldo, y la doctora Luz Amanda Salazar, que estuvo muy pendiente del desarrollo de todo este proceso. Por supuesto, también contamos con la ayuda de varios docentes del Departamento de Administración de Empresas, como el profesor William Henry Torres, que nos ayudó en todo el proceso de estructuración del plan de negocio y de la empresa, y las profesoras Paula Andrea López y Edith Mateus, quienes nos asesoraron en la elaboración del documento que debíamos presentarle al doctor Jaime Castellanos para recibir la autorización de abrir el local. ¡Y pensar que todo esto nació debido a que se nos prohibió realizar ventas ambulantes!

J. P. R.: Durante todo este proceso descubrimos qué significa realmente hacer empresa y qué esfuerzos hay que hacer al aventurarse en un proyecto de este tipo. Obviamente, no solo es mérito nuestro, por lo que debemos agradecer a todas las personas que nos ayudaron, dentro de la Universidad y fuera de ella. A pesar de que debimos sacrificar buena parte de nuestro tiempo libre, el hecho de concretar una empresa que nos servirá para nuestro proyecto de vida resultó lo más gratificante de este emprendimiento.

N.C.: Cuéntennos un poco sobre los aspectos financieros del negocio. ¿Con qué capital iniciaron la empresa? ¿Cuánto pagan de arriendo por el local?

J. P. R.: Cada uno aportó cien mil pesos como capital inicial. Posteriormente hicimos un préstamo de quince millones con una entidad financiera, para comprar más herramientas de trabajo e implementar nuevas estrategias para que el negocio sea más productivo, se diferencie de los demás y logre un excelente posicionamiento en la Universidad. En cuanto a los costos locativos, pagamos un arriendo mensual más los servicios.

Partiendo de sus experiencias como emprendedores, ¿qué mensaje les gustaría transmitir a los demás estudiantes unicentralistas?

J. D. M.: Les diría que siempre luchen pos sus sueños, que aprovechen la Universidad para generar nuevos recursos y que no se queden solo en la teoría. Esta debe combinarse con la práctica, de manera que puedan aplicar sus conocimientos para generar una empresa.

J. G.: Yo les aconsejaría que sueñen, pero que luchen por concretar esos sueños. Nosotros soñamos con tener una empresa y ser independientes, y lo hemos logrado. Por otra parte, si vamos a estudiar administración de empresas es para crear empresa y hacer algo bueno y productivo por la sociedad, no para quedarnos como empleados.

J. P. R.: Por mi parte, les sugeriría que piensen a largo plazo, puesto que los sueños empiezan a construirse desde la academia. También les diría que aprovechen las oportunidades que les ofrece la Universidad para construir, desde ya, los proyectos que quieran realizar como futuros profesionales.

 

Gloria Yineth Perilla Enciso
Coordinación de Comunicaciones
Bogotá, D.C., 15 de septiembre de 2013
Imágenes: Departamento de Comunicación y Publicaciones
Última actualización: 2019-05-07 10:47