Fernando Rodríguez, presidente del Icetex desde 2013, explica cuáles han sido los resultados de las nuevas estrategias y alianzas logradas, qué ha cambiado en las condiciones para el otorgamiento y pago de los créditos y cuáles son las dificultades a las que aún se enfrenta esta entidad.
¿Cuántos beneficiarios tiene actualmente el Icetex?
Fernando Rodríguez Carrizosa: Cerca de 550.000 se están beneficiando actualmente. Hemos llegado a esta cifra de forma acelerada, con más de 100.000 nuevos estudiantes en el último año, gracias al respaldo del presupuesto nacional, cuyos recursos son exclusivamente para el manejo de los subsidios. Por su parte, el Icetex hace un aporte generado por los recursos internos que se suma a los fondos provenientes de las entidades territoriales: gobernaciones, alcaldías, entidades del sector cooperado, etc., y de esos 550.000 estudiantes estamos atendiendo a 167.000. Es así como una tercera parte de los estudiantes financiados por el Icetex lo son por recursos distintos a los del presupuesto nacional.
¿Cómo se traduce esto en cuanto a cobertura en educación?
F. R. C.: En el año 2000 existía una cobertura de entre el 13 % y el 14 %, en los últimos años creció al 46 % y la meta para este año es llegar al 50 %. La participación del Icetex ha sido fundamental, no solamente con los recursos de la nación sino también con la búsqueda de fondos y alianzas estratégicas, pues la cobertura no debe ser solamente responsabilidad de un gobierno, es de todo el Estado, un Estado en el que todos los colombianos debemos participar.
Una de mis metas es que el Icetex no sea tan solo una entidad financiera, ni un prestamista para los estudiantes, así que mediante una serie de estrategias y alianzas nos hemos propuesto convertirlo en un articulador de las entidades y las instituciones en pro de la educación. Por ello, acudimos a las alcaldías, gobernaciones y al sector cooperado en las diferentes regiones a fin de lograr más recursos y poder ampliar la cobertura. Esto se traduce en nuevas oportunidades para los jóvenes, pues tenemos una gran responsabilidad con ellos.
¿Cuáles son las alianzas que han logrado para garantizar esta mayor cobertura?
F. R. C.: Nos trazamos dos objetivos: alianzas nacionales para la búsqueda de recursos y alianzas internacionales. Con respecto al primero, hoy en día contamos con más de 1.1 billón de pesos para asegurar que más jóvenes se beneficien en el futuro. En cuanto al segundo, estamos llegando a 54 acuerdos con gobiernos y firmamos 84 acuerdos con instituciones internacionales de educación. El resultado es que 1.100 estudiantes van a ir becados casi en un 100 % y 2.500 irán con recursos directos del Icetex, es decir, vamos a enviar a 3.600 nuevos estudiantes al exterior para avanzar en sus programas de educación.
¿Cuántos jóvenes se han beneficiado a través del Icetex y cuántos de estos han pagado la totalidad del crédito?
F. R. C.: Actualmente hay 550.000 beneficiarios, pero se han beneficiado aproximadamente 4 millones de estudiantes. Con respecto a la cartera siempre ha habido polémicas y discusiones, hoy en día las condiciones financieras han cambiado: las tasas de interés son del 0 %, es decir que solamente se cobra el IPC (Índice de Precios al Consumo), que no es una tasa de interés sino una referencia para conservar el valor en el tiempo. Esto ha facilitado que más estudiantes puedan acceder a los créditos, pero también va a facilitar las condiciones para que puedan llegar a cancelarlos. Pagar la deuda también es un compromiso social, porque revertir esos recursos al Icetex permitirá que otros colombianos tengan la oportunidad de estudiar. Hoy, tenemos en la cartera 3.7 billones de pesos, tanto de recursos directos como de los fondos, que son cerca de 380, y de ese total hay un porcentaje aproximado del 15 % en cartera vencida.
¿Cómo ve usted el hecho de que el Gobierno estimule el endeudamiento de los jóvenes para acceder a la educación superior, en lugar de dirigir recursos para fortalecer la educación pública?
F. R. C.: Es un tema complejo, pero vamos a dividirlo en dos partes: siempre deben existir recursos destinados a la oferta educativa y a la demanda, es decir, quienes desean acceder a ella. Los recursos de la educación deberían tener un incremento permanente con respecto al PIB (Producto Interno Bruto). Los gobiernos y los Estados tienen recursos limitados acá y en cualquier parte del mundo, en ese sentido, debe existir una política permanente de incremento de la participación del presupuesto nacional en la educación, una focalización clara de cómo podemos llegar a una cobertura con calidad, pertinencia y ojalá al 100 %. Con respecto a la oferta, deben generarse más cupos en las universidades públicas, con mayores facilidades de acceso, pero eso no quiere decir que debamos restar los recursos destinados a los créditos. El 96 % de los recursos de Icetex en la línea Acces están dirigidos a los estratos 1, 2 y 3, esto quiere decir que se está favoreciendo a la población más vulnerable del país.
¿Cómo garantiza el Icetex la equidad, si los estratos 1 y 2 no tienen capacidad de endeudamiento, dadas sus condiciones socioeconómicas?
F. R. C.: Los rubros recibidos del Gobierno Nacional este año se acercan a los quinientos veinte mil millones de pesos y son destinados exclusivamente a los subsidios, no al otorgamiento de créditos. Gracias a estos recursos podemos manejar una tasa de interés del 0 % y beneficiar con estos altos subsidios a los estratos 1, 2 y 3, además tenemos los subsidios de sostenimiento, que se les otorgan a los estudiantes que están dentro del Sisbén versión 3, quienes se benefician en cerca de $680.000 por semestre. Adicionalmente, se les condona el 25 % de la obligación en el momento de graduarse y si son los mejores en las pruebas Saber Pro se les condona el 100 %.
Con esos recursos también podemos apoyar a las comunidades afrodescendientes e indígenas, a las víctimas y a quienes cobija la Ley 100, entre otros, para quienes existen condiciones preferenciales como créditos condonables hasta en un 100 %.
¿Cómo responden ustedes al hecho de que un joven recién graduado, aunque reciba el 25 % de condonación, se ubique en un mercado laboral en el que recibe un salario mínimo que no le permite responder con la obligación y que además, por su situación socioeconómica, suele tener obligaciones familiares?
F. R. C.: Se han tomado dos decisiones: la primera, dar un periodo de gracia casi en forma automática hasta por un año, pues el 95 % de los beneficiarios del crédito consiguen vinculación laboral en los siguientes meses y el 75 % en menos de un año. La segunda decisión fue la cuota escalonada, que está relacionada con la capacidad de pago. Fijamos una escala ascendente de las cuotas según los ingresos y a medida que estos aumenten la persona va a poder seguir cancelando la obligación.
Algunos dicen: "es que en el Icetex endeudan de por vida". No es así, si alguien puede pagar en 5 años, paga en 5 años, si el tiempo de pago se prolonga es para que las cuotas sean más bajas y las personas puedan atender su obligación, no porque nos interese prorrogar los créditos, al contrario, mientras más rápido podamos recaudar, podemos atender a más beneficiarios.
Ustedes hablan del crédito-beca, pero eso realmente no aplica porque las posibilidades de condonación para estudiantes destacados son casi nulas. ¿Qué alternativa tienen los beneficiados en ese sentido?
F. R. C.: Nosotros no damos becas, sino créditos condonables, pero tienen el mismo efecto. Las condonaciones funcionan como si se diera una beca del 25 %. Cuando nos referimos a programas internacionales sí hablamos de becas, porque son otorgadas por gobiernos o por instituciones que deciden ofrecerlas en distintas modalidades.
El semestre pasado tuvieron algunos inconvenientes porque no hubo respuesta oportuna sobre aprobaciones a muchos solicitantes, ¿qué acciones emprendieron este semestre para que esta situación no se repita?
F. R. C.: No tuvimos ningún inconveniente, lo que ha ocurrido es que debido a los beneficios que ha otorgado el Gobierno se ha disparado la demanda del crédito. El año pasado recibimos cerca de 180.000 solicitudes, de las cuales aprobamos 85.000 y se legalizaron cerca de 63.000, aunque nuestra meta eran 57.000. Las 100.000 solicitudes que no pudimos atender son una realidad y dependen de los recursos que podamos llegar a obtener.
El Icetex tiene capacidad de endeudamiento para ampliar la oferta, pero dado que los recursos están ligados a los subsidios, no podemos hacer una línea de separación entre créditos y subsidios, porque se estarían aprobando solicitudes sin los debidos recursos para soportarlas con los subsidios tanto de tasa de interés, como de sostenimiento.
¿Qué importancia tiene para ustedes la acreditación de alta calidad de una institución de educación superior o de un programa para otorgarle el crédito a un estudiante?
F. R. C.: Es una gran responsabilidad del Icetex que los estudiantes accedan tanto a instituciones como a programas acreditados para que cuando culminen sus estudios sean mucho más competitivos y tengan más oportunidades de acceder al mundo laboral. Por eso, estamos incrementando las aprobaciones con base en esa condición. Antes el porcentaje era muy bajo, pero hoy casi un 30 % de nuestras solicitudes están siendo aprobadas para ingresar a instituciones o a programas acreditados.
En el proceso de selección se tiene en cuenta primero: el rendimiento académico, a través de los resultados de las pruebas Saber 11.°; segundo: la región, pues tenemos un porcentaje siempre definido para garantizar la equidad; y tercero: que las instituciones y los programas estén debidamente aprobados y acreditados para que los estudiantes puedan llenar sus expectativas y generen valor con sus estudios.
¿Estos requisitos han variado con respecto a los que tenían que presentar los estudiantes hace 5 o 10 años?
F. R. C.: Ha habido algunos cambios importantes, por ejemplo en lo concerniente a la regionalización. Se ponderó el número de graduados en las regiones por años y ese mismo porcentaje es el que se aplica al presupuesto asignado para nuevos créditos, para que ninguna región se quede por fuera. Ahora también existe una ponderación especial para los estratos 1, 2 y 3.
¿Cómo ha respondido el Icetex a la problemática de quienes no han podido pagar sus créditos debido a las altas tasas de interés que se manejaban hace unos años?
F. R. C.: El hecho de que en la actualidad las condiciones sean distintas no quiere decir que no existan dificultades con estudiantes que tuvieron créditos en la década de los noventa, cuando las tasas de interés eran extremadamente altas. Lo que estaba en nuestras manos era realizar, según los acuerdos de la Junta Directiva, algunas brigadas de normalización de créditos. En noviembre del año pasado se acercaron 7.000 estudiantes y normalizamos cerca de veinte mil millones de pesos en créditos, les condonamos el 100 % de los intereses de mora, en algunos casos hasta el 100 % de los intereses corrientes, aumentamos los plazos para facilitar las cuotas y se otorgaron algunos periodos de gracia. En ese sentido, invito a todos los estudiantes que tengan dificultades a acercarse a la institución para encontrar esas soluciones.
¿Han contemplado otras alternativas frente a esto?
Existe un debate en el Congreso sobre estos temas y sabemos que hay soluciones de fondo como una condonación masiva de los intereses capitalizados que tanto ruido han hecho, pero es necesario que los representantes y senadores estén comprometidos y presenten leyes que nos permitan actuar. Entonces, también los invito a ellos a hacer un análisis de fondo en conjunto con el Ministerio de Educación y con el Icetex, a fin de hallar nuevas soluciones.
¿Cuáles son esas limitaciones en las leyes?
F. R: Nosotros no podemos castigar ningún capital, porque eso sería detrimento patrimonial, podemos condonar intereses, pero no parte del capital y dado que hay intereses capitalizados, para hacer una condonación de esos intereses se necesita una ley que le permita al Icetex, contra su patrimonio o contra nuevos recursos que el Gobierno pudiera proveer, el recálculo de los mismos intereses capitalizados.