Tercera y última entrega del resumen histórico de la Universidad Central con motivo de la celebración de sus bodas de oro, hoy 30 de junio de 2016.
Habíamos quedado a finales de la década de 1980. Y comenzó la década de 1990. A partir de este periodo habría de darse una notable transformación para la Institución; esto, debido a diversos hechos –como se verá–, que propiciarían cambios en los derroteros institucionales, unos, y contribuirían a su crecimiento, otros.
La oferta académica continuó en aumento. En primer lugar, en 1990, el Icfes le autorizó a la Institución el programa profesional de Publicidad, que comenzó a funcionar en forma paralela al tecnológico. La publicista Socorro Jaramillo fue nombrada decana a la vez que se convirtió en la primera mujer en ocupar una decanatura en la UC. Siete años después, en 1997, por decisión del Consejo Superior, fueron fusionados estos dos programas.
Además de Publicidad, durante la década de 1990, nacieron en esta casa de estudios más programas académicos y otros se transformaron. De estos últimos, está Recursos Hídricos; precisamente, en 1992, el Icfes le autorizó a la Universidad Central cambiar la metodología a distancia por presencial del primer ciclo de esta tecnología.
Posteriormente, en octubre de 1996, el Consejo Superior aprobó el programa de Ingeniería de Recursos Hídricos y Gestión Ambiental, que funcionó hasta 2003, cuando dejó de ofrecerse, para dar pasó al actual programa de Ingeniería Ambiental.
El siguiente programa en crearse fue Mercadología, el cual comenzó a funcionar el 8 de marzo de 1993. Ingeniería Electrónica e Ingeniería Mecánica también vieron la luz en 1993.
Dos años, después, el 26 de agosto de 1995, la Universidad Central y la Fundación Orquesta Sinfónica Juvenil de Colombia firmaron un contrato mediante el cual le dieron origen al programa de Estudios Musicales.
Origen de la Contaduría
El germen de la Contaduría General de la Nación tuvo su origen en las aulas unicentralistas. Su gestor se llamó Édgar Fernando Nieto, egresado de Contaduría Pública de la UC, quien, a comienzos de la década de 1990, se desempeñaba como decano de este programa académico.
El 23 de julio de 1996, con la aprobación de la Ley 298, que creó aquella entidad, culminó con éxito el sueño de Édgar Fernando, quien pasó a convertirse en el primer contador general del país.
Por la cultura para la educación
Desde la creación de la Universidad Central, los fundadores contemplaron dentro de sus ejes misionales los componentes humanísticos, culturales y artísticos. En este aspecto, uno de sus sueños fue crear un complejo académico y cultural en el histórico barrio de Las Nieves.
Este sueño comenzó a gestarse en 1995 con la compra de un edificio en la calle 22, compuesto por dos salas de cine: México y Azteca. Y continuó luego con la adquisición, en 2004, del Teatro Faenza, bien de interés cultural y arquitectónico, cuya restauración comenzó aquel mismo año.
Además, la UC también adquirió la sala de cine adjunta al Faenza, hoy denominada Teatro de Bogotá. Esta ha sido destinada para conciertos musicales y los eventos culturales y académicos de la Institución.
Pérdidas irreparables para la UC
Durante la década de 1990, a la vez que la Universidad continuaba su avance también perdía a dos de sus grandes gestores y promotores.
El sábado 18 mayo de 1991, en un accidente automovilístico, falleció el fundador de la Universidad Central, Alberto Gómez Moreno, quien, en el momento de su deceso, además de consejero superior, era el vicerrector administrativo y de finanzas. Fue reemplazado en el Consejo Superior por el entonces director del Instituto Caro y Cuervo, Ignacio Chaves Cuevas.
Cuatro años y medio después, en noviembre de 1995, falleció el rector Jorge Enrique Molina. Con el deceso de este fundador se cerró un capítulo en la historia del claustro unicentralista.
A Molina le sucedió José Luis Gómez Valderrama, quien estuvo al frente de la Rectoría hasta 1998, cuando llegó a regir nuevamente esta casa de estudios otro de los fundadores: Rubén Amaya Reyes. Este fue su segundo periodo rectoral en la UC.
“... es necesario buscar una casa en el norte de Bogotá para la Universidad”
Como se muestra en el anterior intertítulo –texto tomado de un acta del Consejo superior–, desde la década de 1980, los miembros de este cuerpo colegiado manifestaron el deseo de proyectar la presencia física de la Universidad más allá del entorno donde había funcionado por más de veinte años. Fue así como pensaron en establecer una sede en el norte de la ciudad.
Ese primer intento estuvo ubicado en la carrera 20A n.° 108A-05. Allí se dictaron las primeras clases de mercadología y algunos cursos de extensión. Por razones de licencias de construcción, debió buscarse otro lugar para ese propósito.
El 18 de junio de 1993, el rector (Jorge Enrique Molina) y el vicerrector administrativo (Rubén Amaya) fueron autorizados para que compraran un inmueble. Optaron por uno ubicado en la calle 75, entre la carrera 15 y la avenida Caracas. Alrededor de una vieja casona (hoy conocida como la Casa de Regentes), fue construida la actual Sede Norte.
Creada la Vicerrectoría Académica
Quizá uno de los hechos de mayor trascendencia para el desarrollo institucional de la Universidad Central tiene que ver con la creación de la Vicerrectoría Académica.
Desde comienzos de 1990, Rubén Amaya, entonces presidente del Consejo Superior, planteó la necesidad de crear esta dependencia; no obstante, únicamente después de la muerte de Jorge Enrique Molina volvió a considerarse tal iniciativa, la que vino a hacerse efectiva a finales de 1997, con el nombramiento de Gloria Rincón Cubides, quien llegó a ser la primera vicerrectora académica de la Universidad Central.
PEI, ‘carta de navegación’ para la Universidad
Una de las primeras proposiciones presentadas por Gloria Rincón, al asumir la Vicerrectoría Académica, estaba relacionada con la elaboración del Proyecto Educativo Institucional para la Universidad Central: “carta de navegación, la cual servirá como guía fundamental en todos los procesos de planes de estudio, investigación y desarrollo institucional”.
Con el título “Por una Universidad del Tercer Milenio”, el Consejo Superior de la UC, mediante Acuerdo núm. 03, el 30 de marzo de 2001, expidió el primer Proyecto Educativo Institucional (PEI) de Universidad Central.
Doce años después, el 15 de agosto de 2013, el Consejo Superior expidió el Acuerdo núm. 3, por el cual modificó el anterior documento.
Llegó el siglo XXI
El cambio de siglo y también de milenio le llegó a la Universidad con Rubén Amaya en la Rectoría, quien habría de regir los destinos académicos e institucionales de la comunidad unicentralista hasta noviembre de 2002. Durante un corto periodo de transición asumió este cargo el consejero superior Jaime Arias Ramírez.
En septiembre de 2003, se posesionó como rector de la Central el profesor Guillermo Páramo Rocha, quien había ocupado el mismo cargo en la Universidad Nacional. Con Páramo, la Institución unicentralista empezó una nueva etapa.
Diez años después, el 16 de agosto de 2013, Guillermo Páramo dejó la Universidad y en su reemplazo fue nombrado el consejero Rafael Santos, actual rector.
Reestructuración institucional y nuevos programas académicos
La primera década del presente siglo se convirtió para la Universidad en un periodo de expectativas y significativos avances en el desarrollo acedémico e institucional. Aquí cabe mencionar la creación de Ingeniería Industrial, que comenzó a impartir clases en 2001.
Además, en estos primeros años, se operó una reestructuración académica. El 5 de agosto de 2003, el Consejo Superior, mediante el Acuerdo núm. 5, creó las Facultades de Ingeniería (hoy denominada Ingeniería y Ciencias Básicas); Ciencias Administrativas, Económicas y Contables y Ciencias Sociales, Humanidades y Arte.
Desde aquel momento hasta la fecha se han creado los siguientes programas de pregrado: Arte Dramático, mediante convenio firmado con el Teatro Libre el 26 de septiembre de 2005; Creación Literaria (2010); Cine (2011); Matemáticas (2011); Derecho (2012) y Biología (2013).
Igualmente, la Universidad también ha incursionado en la educación virtual. En 2012, empezó este reto de desarrollo institucional con la especialización en Ingeniería Mecatrónica.
El curubo, inspiración para la nueva imagen de la UC
La pasiflora tripartica mollissima, conocida en nuestro ámbito nacional como la planta del curubo, sirvió de base para elaborar la nueva imagen gráfica de identidad de la Universidad Central.
Este logosímbolo reemplazó el del águila bicéfala, que tuvo vigencia desde junio de 1973 hasta septiembre de 2008. Mediante el Acuerdo núm. 12, firmado el 8 de septiembre de 2008, el Consejo Superior adoptó la actual imagen.
El protagonista y gestor del cambio de imagen para la UC con base en el curubo fue el exrector Guillermo Páramo. En una entrevista, al explicar sus razones para el cambio, esto dijo: “Me gustó esa imagen del curubo como símbolo de lo que podía ser una institución, que se llama, además, Universidad Central, algo que estaba ligado a la tierra, que estaba ligado al centro”.
Por la acreditación y la certificación
En 2009, comenzó a consolidarse un nuevo capítulo en la vida académica unicentralista, con el proceso de acreditación. El primer paso que se dio en este sentido ocurrió el 15 de octubre, cuando el rector Guillermo Páramo remitió al Consejo Nacional de Acreditación (CNA) el Informe de condiciones iniciales, para la acreditación de cinco programas académicos.
Estos primeros programas en recibir el reconocimiento institucional por su calidad fueron: Publicidad y Comunicación Social y Periodismo (22 de agosto de 2012), Contaduría Pública (6 de septiembre de 2012), Estudios Musicales (23 de noviembre de 2012) e Ingeniería Electrónica (12 de febrero de 2013).
A estos cinco pregrados se han sumado como programas con acreditación de alta calidad Economía (15 de mayo de 2015) e Ingeniería Industrial (10 de diciembre de 2015).
Cumplidos los objetivos con los primeros cinco programas acreditados, la UC dio el siguiente paso: iniciar la acreditación institucional. Esto ocurrió el 27 de agosto de 2013, cuando fue enviado, al Consejo Nacional de Acreditación, el documento de condiciones iniciales.
A la par con el reconocimiento académico, la Universidad también se ha esmerado por lograr la certificación de los procesos administrativos. Los primeros pasos para alcanzar este objetivo se dieron en 2005 y el resultado se obtuvo el 4 de mayo de 2015. Este día, la entidad certificadora Bureau Veritas Quality International le entregó oficialmente la certificación que acredita que la UC cumple los procesos estipulados en la Norma ISO 9001, versión 2008. Dicha certificación tiene vigencia de tres años, hasta 2018.
Actualmente, la Universidad Central adelanta la construcción de su campus en la Sede Centro.
Lea también: Universidad Central 2016: año de las bodas de oro y Bodas de oro unicentralistas. 1980-1990: una década dorada
La celebración apenas comienza. Espere sorpresas y una llamativa actividad para conmemorar este histórico hecho.