José Iván López, también conocido como ‘Ithan Henkins’ egresado del programa de Arte Drámatico de la UC, obtuvo el segundo puesto en el torneo organizado por el Teatro Colón.
Hace dos años José Iván López Tinjacá se graduó de la Universidad Central y obtuvo su título como profesional en Arte Dramático. Desde entonces, ha trabajado como actor de teatro, voluntario y docente de francés y teatro; en la actualidad, incursiona en el mundo de la carpintería. Sin embargo, su enfoque profesional tomó un rumbo diferente desde el día en que decidió inscribirse en el Primer Torneo de Dramaturgia en Colombia, organizado por el Teatro Colón.
"El Torneo de Dramaturgia es una idea original de Jordi Casanovas, que recibió el apoyo del Festival Temporada Alta de Girona, España. Es un juego que busca promover y visibilizar la dramaturgia nacional acercándola a los espectadores —quienes son los verdaderos jurados del torneo— mediante un enfrentamiento en el que el texto teatral es el protagonista". Teatro Colón
Todo empezó cuando López se enteró, por medio de una publicación de Facebook, que había un torneo de dramaturgia que cerraba inscripciones en una semana. Con apuntes en su cuaderno de ideas y un poco de inspiración, desarrolló la obra No mires hacia atrás, que, sin imaginarlo, lo ayudó a destacarse entre los 80 textos participantes en la convocatoria nacional, logrando ser una de las ocho obras clasificadas que entrarían a disputarse el título de mejor texto dramático.
Textos dramáticos
No mires hacia atrás es la historia de Isabel y Amanda, dos hermanas de edad avanzada que viven el drama de la soledad, la vejez y el acecho de la muerte. Asimismo, narra la dificultad de no tener un apoyo por parte de su familia, por lo que se sienten como un obstáculo para sus sobrinos, quienes, además, planean atentar contra sus vidas.
“Es una obra muy sensible y emotiva que conmueve a los espectadores y hace que algunos se sientan identificados con la historia, lo que permite despertar emociones que logran crear un vínculo entre la obra y el espectador”, afirma.
Las otras obras que clasificaron fueron: Breve canción de amor; No todos los días sale el sol o sobre la violencia y otros insultos menores; Jacob, Esaú o por qué no debo hablar con extraños en los torneos de dramaturgia; Mariposas al incendio o discretas bestialidades; Al filo de un iceberg muy alto; Los genes malos y Por la misma tijera.
Desarrollo del torneo
Entre los principales requisitos para poder entrar a la competencia se especificaba que los textos debían ser inéditos y escritos únicamente para el Torneo de Dramaturgia, con una duración máxima de cuarenta y cinco (45) minutos. Además, los participantes debían usar un pseudónimo que asegurara el anonimato del participante hasta el momento en el que se designara el ganador del torneo.
De tal manera que, el proceso creativo de José Iván López termina de tomar forma bajo la identidad de Ithan Henkins. Ithan por su segundo nombre ─Iván─ y Henkins inspirado en un personaje de Drácula.
Luego de que la obra entrara a hacer parte de las ocho clasificadas, se desarrolló el torneo bajo la siguiente mecánica: a cada texto, por medio de un sorteo de balotas, se le asignó un equipo artístico conformado por un director y dos actores (estos intérpretes eran invitados por el Teatro Colón); también al azar se estableció el orden y los contrincantes de cada enfrentamiento de las lecturas dramáticas que se hicieron en un cuadrilátero de lucha libre, rodeado por graderías para el público, quien, a su vez, hizo el papel de jurado por medio de un sistema de votación electrónica, con el que se eligieron a los ganadores de cada etapa.
El equipo artístico se dispuso a representar la obra de los dramaturgos a lo largo de tres fases:
- Cuartos de final (13, 14, 21 y 22 de junio): con tan solo dos horas de ensayo, los actores leían los textos.
- Semifinales (28 de junio y 5 de julio): al leer la obra introdujeron elementos de utilería y vestuario para representarla.
- Gran final (12 de julio): el equipo artístico tuvo todos los elementos necesarios para interpretar en su totalidad la obra dramática (escenario, iluminación, sonido, vestuario, utilería y demás).
Vale la pena destacar que en cada intermedio de las lecturas, se enfrentaban luchadores en el cuadrilátero.
El enfrentamiento final
Finalmente, después de todo el ‘drama’, No mires hacia atrás fue interpretada por Catalina Botero y Javiera Valenzuela, bajo la dirección de Andrés Felipe González Vallejo. La obra ocupó el segundo lugar en el torneo después de enfrentarse con el texto de Gao Liang Jacob, Esaú o por qué no debo hablar con extraños en los torneos de dramaturgia, que obtuvo la victoria final.
Crear, componer, inventar, representar, imaginar y darle vida a un texto que pueda materializarse a través de las palabras, las expresiones y las emociones en una tarima, hacen parte de la expresión artística de los dramaturgos que participaron en el torneo. Ellos brindaron lo mejor de su esencia dramática, de la que José Iván López Tinjacá demostró ser un gran conocedor. Ahora él trabaja en su próxima obra.
“Mi carrera y la Universidad Central fueron una parte importante en todo este proceso, en vista de que mi habilidad para imaginar, crear y escribir proviene en gran medida de la formación que recibí. Todas las lecturas y escrituras enriquecieron mi proceso, sin contar con la excelente labor de mis docentes, quienes desde siempre me inculcaron el gusto por la lectura, la literatura y la poesía. Estoy feliz de ser unicentralista”, manifiesta.