Hoy, en el Día del Ingeniero, resaltamos la formación de nuestros estudiantes como profesionales preparados para dar solución a problemáticas reales.
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Hablar de ingeniería suele relacionarse con un tema netamente técnico, pero, en realidad, el ingeniero es un profesional que, aplicando conocimientos científicos, atiende necesidades de la sociedad: soluciona problemas, aprovecha oportunidades y hace más eficientes los procesos.
Esto, según explica Adolfo Naranjo, decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Básicas (FICB) de la UC, obliga a que en la formación de ingenieros, además de abarcar los aspectos propios de la disciplina, se contemple una perspectiva educativa integral.
Tal como lo plantea nuestro Proyecto Educativo Institucional, este tipo de formación requiere que los estudiantes entiendan, por ejemplo, los impactos positivos y negativos de los desarrollos tecnológicos y sus efectos sociales, y se vinculen en distintos espacios académicos para consolidarse como sujetos políticos y profesionales que participan en procesos de producción tecnológica, científica y artística, al servicio de la construcción del país.
Para esto, es fundamental que el ingeniero apropie conceptos humanistas, entienda la realidad del mundo en el que vive y piense cómo puede transformarlo para beneficio de toda la sociedad, desde su área de conocimiento ya sea la mecánica, la electrónica, el ambiente, la industria, la informática y la computación, las ciencias naturales y las matemáticas.
Esta formación integral es justamente uno de los aspectos destacados de las ingenieras e ingenieros unicentralistas, pues durante su carrera universitaria no solo reciben una educación disciplinar, también son impulsados a tener consciencia sobre lo que representa ser un ciudadano de este tiempo y lugar, con todo lo que eso implica.
Además, están en la capacidad de enfrentar diversas situaciones desde un enfoque problémico, pero entendiendo que estas cuestiones no son monodisciplinares, sino que se requiere de la interacción social con otras profesiones para resolverlas.
“En la UC tenemos una formación que tiene en cuenta la realidad y las demandas actuales, así nos anticipamos y atendemos las nuevas tendencias. Debemos pensar cuáles serán las ingenierías que va a requerir el mundo en los próximos años”, agrega Naranjo.
Esto ha llevado a reflexiones como, por ejemplo, incorporar herramientas de inteligencia artificialen procesos de manufactura, relacionados con ingeniería industrial; avanzar en una ingeniería del diseño en la que los profesionales armonicen la lógica y la estética, y sean ingeniosos al momento de pensar en el problema y la solución; y explorar áreas diversas y actuales como la bioingeniería, la nanotecnología, el análisis de datos, las diferentes formas de energía, entre otras.
Los retos
El principal reto de los ingenieros, sin importar la rama a la que se dediquen, es desarrollar un trabajo relevante para la sociedad y eso implica conocimiento e ingenio en la misma proporción: dar soluciones creativas a problemas que pueden ser viejos.
Su labor debe ser medida en los beneficios sociales que genera; así, por ejemplo, los ingenieros ambientales tienen el reto de proponer alternativas para mantener las condiciones de los ecosistemas, considerando los efectos del cambio climático y las tendencias políticas, con el fin de que los escenarios futuros sean apropiados para las próximas generaciones.
Asimismo, los ingenieros industriales deben seguir concentrando sus esfuerzos en lograr procesos más eficientes, mejorar el uso de los recursos y obtener mayor productividad, siempre enfocado en beneficiar a los colectivos con los que interactúa.
Otro de los retos, en el que también se está avanzando, es la vinculación entre la academia y el sector empresarial, para que todos los conocimientos aporten a la competitividad del país, fortalezcan la innovación y apoyen los emprendimientos.
Apuestas de futuro en el presente
En la FICB se han definido Programas de Acción Universitaria (PRAU) y campos de acción que han generado referentes para guiar la investigación de los estudiantes. Allí han predominado los asuntos que interactúan con problemas reales de la sociedad como: el bienestar de personas con limitaciones físicas, cognitivas o asociadas al envejecimiento.
También, se ha trabajado en el reconocimiento y aprovechamiento apropiado de la megadiversidad del país y procesos industriales adecuados para llevar fruto y flora nacional a otras latitudes. Todo teniendo en cuenta la necesidad de esfuerzos multidisciplinarios.
A esto se suma la puesta en marcha del Clúster de Investigación en Ciencias y Tecnologías Convergentes, un proyecto estratégico de la UC que representa una apuesta de futuro en el presente. Esto ha llevado al desarrollo de proyectos importantes en temas de salud, control biológico y avance de hardware, que ha vinculado diversas instituciones y entidades académicas de Bogotá y Cundinamarca.
Ser agentes de cambio
Además de reflexionar sobre lo recorrido y el camino por delante, el decano Adolfo Naranjo también envió un mensaje a las ingenieras e ingenieros unicentralistas:
“Continúen profundizando el conocimiento de una manera crítica, cuestiónense, generen nuevas ideas, atrévanse a hacer cosas diferentes, sin dejar de lado el comportamiento ético que es fundamental para que funcionemos como sociedad. Esa es la mejor apuesta que podemos hacer para nuestra vida en el mediano y largo plazo. También los invito a compartir el conocimiento con quienes nos rodean, de tal manera que podamos ser agentes de cambio y beneficiar al país”.
