Según el estudio, este material se presenta en niveles superiores a los límites máximos permisibles.
Una investigación realizada por el Departamento de Ingeniería Ambiental de la Universidad Central, evidencia la presencia de mercurio metálico en el aire de Bogotá, y mercurio orgánico en el agua y el suelo capitalinos.
Con el propósito de analizar la presencia de mercurio en el aire, el agua y el suelo bogotanos, los ingenieros Juan Felipe Torres, Geraldine Cerinza y Cristian Díaz, adscritos al Departamento de Ingeniería Ambiental de la Universidad Central, realizaron un estudio al respecto. Los resultados demuestran la existencia del ciclo de este metal pesado en el sistema urbano capitalino y la necesidad de tomar medidas para reducir su flujo en productos de consumo masivo, remediar áreas contaminadas y ampliar los estudios toxicológicos.
Aunque los contaminantes más comunes en el ambiente urbano son los óxidos de nitrógeno y azufre (NOx y SOX), el material particulado (PM), el monóxido de carbono (CO) y el ozono troposférico (O3) para la matriz aire; los hidrocarburos aromáticos policíclicos, plaguicidas y pesticidas para el suelo, y la materia orgánica y fecal en el agua; esta investigación evidencia que existen otras especies químicas más peligrosas por su nivel de toxicidad, que representan un enorme riesgo a la salud de las personas.
En este orden de ideas, en Colombia existe un marco normativo que establece los niveles máximos permisibles para algunos de estos contaminantes en el ambiente. Sin embargo, para el escenario propio bogotano, no existen estudios coordinados de mercurio (Hg) en el ambiente capitalino, al no realizarse su medición o monitoreo por parte de la Red de Monitoreo de Calidad de Aire de Bogotá (RMCAB), ni con otras estrategias de evaluación de la contaminación.
El Convenio de Minamata y la Ley 1658 de 2013 establecen el marco normativo del compromiso que Colombia tiene frente a la reducción y eliminación del mercurio en el territorio nacional, definiéndose un plazo no mayor a diez (10) años para procesos industriales y de cinco (5) años para el sector minero. Sin embargo, en estas disposiciones, tampoco se contemplan la identificación, el monitorio, ni la remediación de ambientes contaminados con este metal pesado.
"En los centros urbanos se concentra más del 50 % de la población nacional; la cual consume y desecha una gran cantidad de productos con mercurio añadido, tales como bombillos ahorradores fluorescentes, baterías, amalgamas, entre otros. Éstos representan un riesgo para la salud y el ambiente, al configurarse un ciclo semicerrado de flujo y existencia, que tiende a incrementar su bioconcentración y bioacumulación", explica la investigación, la cual se constituye como el primer trabajo macro sobre la presencia del hidrargirio en la capital colombiana y su conurbano.
El estudio tomó muestras de las localidades de Bosa, Santa fe, Soacha y Usaquén, así como información existente tanto para las localidades de Ciudad Bolívar y Engativá, como para la parte baja del río Tunjuelo. Entre las conclusiones se establece que las zonas con mayor concentración de mercurio se ubican al occidente de la capital: Bosa, Kennedy, Fontibón y Suba.
Algunas de las principales razones por las cuales se da la presencia del mercurio en el ambiente bogotano son la inadecuada gestión ambiental por parte de unidades productivas y de servicios que lo utilizan como insumo o materia prima, la acumulación histórica en zonas productivas de alto impacto, y la baja articulación en la gestión por parte de los organismos de control. También, el desconocimiento, por parte de la población, sobre la disposición de productos con mercurio añadido, tales como pilas, bombillos, amalgamas y pesticidas, entre otros.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, asegura que la exposición al mercurio, incluso en pequeñas cantidades, puede causar graves problemas de salud, y es peligrosa para el desarrollo intrauterino y en las primeras etapas de vida. Por ello, para este organismo internacional se trata de uno de los diez productos o grupos de productos químicos que plantean especiales problemas de salud pública.