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Smart Tech: la robótica al servicio de la educación

Formada por estudiantes de décimo semestre de Ingeniería Electrónica, la empresa Smart Tech proporciona soluciones tecnológicas y académicas al alcance de las instituciones de educación básica, media y media vocacional del país.

Smart Tech

 

Andrés Velandia, Julián Sánchez, Javier Cortés, Armando Figueroa y Alexánder Santos, socios fundadores de Smart Tech, se han propuesto hacer de la robótica una herramienta pedagógica orientada a desarrollar, en los estudiantes de bachillerato, el interés por la innovación tecnológica y las habilidades para ejecutar proyectos en esta área de la ingeniería clave para el futuro.

Alexánder Santos, que también es docente de física y matemáticas de últimos grados en varios colegios, concedió una entrevista a Noticentral en la que recapitula la trayectoria de Smart Tech y revela algunos de los secretos de su éxito.

Noticentral: ¿Cómo nace la empresa Smart Tech?

Alexánder Santos: Nuestra empresa nace de algunos proyectos de clase de las asignaturas Práctica de Ingeniería y Gestión para la Innovación. Nos planteamos un objetivo muy claro: ofrecer a los colegios opciones académicas en el área de la tecnología. Entonces, creamos un proyecto de robótica para estudiantes que incluye varios prototipos de robot diseñados por nosotros. La idea es que los estudiantes, dependiendo del nivel académico en que se encuentren, construyan un robot determinado, a partir del cual se elabora una unidad didáctica.

Los prototipos que desarrollan son sencillos, fáciles de implementar y permiten que los muchachos no solo trabajen en la parte mecánica sino también en la electrónica; por eso dejamos los componentes a la vista y son dispositivos que el niño se puede llevar a casa y, lo más importante, son a un bajo costo. Otros proveedores de la competencia, como Lego, ofrecen los mismos paquetes educacionales en los colegios; el gran problema es que un robot de ellos cuesta un millón de pesos, precio que resulta inalcanzable para un niño. Nosotros, en cambio, vendemos esos paquetes a 30 mil pesos, lo que incluye el acompañamiento del tallerista, la unidad didáctica y los materiales. Obviamente, esto permite que el muchacho construya el robot y se lo lleve a su casa.

N. C.: ¿Cuáles han sido los mayores logros de la empresa a la fecha? ¿Cuáles son sus fortalezas?

A. S.: Hemos logrado vender 700 robots en una sola jornada en un evento denominado “El Día de la Robótica” en el colegio José Max León de Cota. Allí, tenemos talleres para los grados primero, segundo, cuarto, quinto, sexto, octavo, noveno, décimo y undécimo. Algunos grados quedaron pendientes por lo que vamos a realizar una feria el 29 de enero; creemos que en el transcurso de ese dÍa podremos vender entre 650 y 700 robots.

En cuanto a nuestras fortalezas, puedo decir que somos innovadores y contamos con todas las capacidades académicas. Nuestro grupo tiene un perfil interdisciplinario: unos programan, otros diseñan, algunos implementan y hay quienes identifican los problemas y los abordan hasta vencerlos. Todo esto lo hacemos de la mejor manera posible y con mucho profesionalismo.

N. C.: ¿Qué aprenden los estudiantes específicamente con cada robot?

A. S.: Dependiendo de la edad del estudiante y de su nivel académico, los robots tienen un enfoque concreto y su correspondiente unidad didáctica. Por ejemplo, con nuestro robot más pequeño, llamado Hércules, los niños arman los engranajes lo que permite explicarles cómo transformar un motor de velocidad en un motor de fuerza. Con Apolo observan a un robot seguidor de línea que toma decisiones lógicas, similar a los robots seguidores de línea que diseñamos en la Universidad; y por último está Cronos, un robot que se programa con un microcontrolador y está diseñado para estudiantes de grados noveno, décimo y undécimo.

N. C. :¿Qué otro tipo de servicios ofrece la empresa? 

A. S.: Nuestros clientes directos son los colegios y además de los productos robóticos, que son diseñados para los estudiantes, ofrecemos soluciones logísticas como parte de un proyecto llamado Smart Card. Se trata de un sistema automatizado para la toma de asistencia en los salones de clase formado por un dispositivo que funciona con tarjetas similares a las de Transmilenio, las cuales sirven como carnés para los estudiantes. Cuando estos ingresan al salón, pasan su carné y el sistema los registra en una base de datos; esto permite conocer en tiempo real cuál es la asistencia al colegio.

Escogimos a los colegios como nuestros clientes porque son un nicho muy grande e interesante, si se tiene en cuenta que en Colombia hay 12.500 de ellos. Además, como docente creo saber cuáles son las necesidades y dificultades de los colegios, lo que nos da una gran ventaja frente a otras empresas que están muy alejadas de los requerimientos propios de la escuela.

N. C.: ¿La formación que les ofrece la Universidad Central les permitió fundar su empresa?

A. S.: Sí. La Universidad nos ofreció desde los elementos teóricos de la electrónica hasta todas las herramientas necesarias para la creación de una empresa. Todo esto nos ha permitido plantear un problema de forma adecuada, generar una idea para resolverlo y saber cómo comercializar esa idea y a qué nicho apuntar.

Por otra parte, la Central nos ha dado acceso a muy buenos laboratorios y espacios físicos que aventajan a los de otras universidades, y contamos con un equipo de profesores idóneos. Por estas razones, consideramos que somos privilegiados.

N. C.: En su opinión, ¿qué características debe tener un emprendedor?

A. S.: Ser innovador, es decir, apuntarle a lo imposible y, sobre todo, ser capaz de ver lo que nadie ve en la cotidianidad para hacer empresa. Un innovador también es alguien que se atreve y en nuestra empresa nosotros nos atrevimos a dar el paso.

N. C.: ¿Han obtenido algún premio con sus proyectos?

A. S.: Con el proyecto Smart Card este año ocupamos el segundo puesto en el Tech Fest de la Universidad Javeriana, en la categoría Control senior. Hay que señalar que logramos ese reconocimiento tras competir con estudiantes de 14 universidades, entre las que se contaban la Javeriana, la Distrital, el Rosario y la misma Central.

Por otro lado, con Smart Card ganamos el segundo puesto como idea de empresa en la rueda de negocios de gestión de innovación que se organizó en la Universidad Central.

N. C.: ¿Cómo ven a su empresa dentro de cinco años?

A. S.: Queremos crecer y ofrecer un completo portafolio de servicios a las instituciones educativas. Nuestro objetivo es que nos busquen como gestores de soluciones para sus problemas logísticos. También deseamos participar en licitaciones con el Distrito, con otros municipios y con el Estado para desarrollar el programa de robótica y ofrecer soluciones a bajos costos en todo el país.

N. C.: ¿Qué consejo les daría a otros estudiantes?

A. S. Que se arriesguen a hacer empresa, porque uno quiere ser empleado y estar en esa zona de confort. Hacer empresa no es fácil, como tampoco lo es crear una idea o un equipo de trabajo; pero todo se logra con sacrificio, dedicación y sobre todo, con la observación. Al mundo hay que observarlo y descubrir cómo podemos solucionar las problemáticas que se presentan.

 

Gloria Yineth Perilla Enciso
Coordinación de Comunicaciones
Bogotá, D.C., 26 de diciembre de 2015
Imágenes: Departamento de Comunicación y Publicaciones
Última actualización: 2019-03-21 15:23