Burgos Cantor, Arreola y Pitol son honrados en el altar de muertos del Centro Cultural Gabriel García Márquez del Fondo de Cultura Económica.
Por estas fechas, el Centro Cultural Gabriel García Márquez celebra el Día de Muertos según la tradición mexicana. Una de las actividades es construir un altar de muertos para honrar la memoria de los difuntos; en esta ocasión han decidido homenajear a los escritores mexicanos Juan José Arreola y Sergio Pitol, y al recientemente desaparecido escritor cartagenero Roberto Burgos Cantor.
En el evento inaugural del altar —que estuvo encabezado por Blanca Alcalá, embajadora de México en Colombia, y el gerente del Fondo de Cultura Económica (FCE), filial Colombia, Álvaro Velarca— se leyeron fragmentos de la obra literaria de los homenajeados, se ofreció pan de muerto y dulces mexicanos.
“En México es tradición que en cada casa se levante un altar de muertos dedicado a los difuntos de la familia. El altar se ubica en una habitación de la casa y toda la familia interviene en su elaboración”, explica Luisa Peña, profesional de comunicaciones del Centro Cultural.
Cada 31 de octubre, en las instalaciones del Centro Cultural se inaugura dicho altar, que “consta de escalones cubiertos por un mantel, es presidido por una foto del difunto y, a veces, por una imagen sagrada. Se decora con papel picado, flores de cempasúchil, calaveras de azúcar, velas y veladores. Además, en él se ofrendan al muerto aquellos alimentos que más le gustaban en vida”, agrega Peña.
Los uncientralistas podrán visitar ese altar hasta el 12 de noviembre, de 9:00 a. m. a 7:00 p. m.
El licenciado Álvaro Velarca, comenta que decidieron incluir al maestro Burgos Cantor “por la importancia de su obra, pues en sus ficciones tienen relevancia lo experimental como renovación del relato y la resistencia por la apropiación del lenguaje como personaje y emblema”.
El maestro Burgos Cantor falleció el pasado 16 de octubre, en Bogotá. Recientemente había sido elegido como el ganador del Premio Nacional de Novela, por su última obra Ver lo que veo. Juan David Correa, su editor, le contó a la revista Arcadia que el escritor estaba trabajando en una serie de relatos cortos que, dependiendo de los deseos de sus herederos, podrían ser publicados el próximo año.
